El Tribunal Supremo de Hesse celebró ayer la vista sobre la petición de libertad provisional de Ruiz-Mateos
Cuatro horas duró ayer la vista oral ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo del Estado de Hesse (República Federal de Alemania) que debe tomar una decisión sobre la puesta en libertad bajo fianza de José María Ruiz-Mateos hasta que, posteriormente, se celebre el juicio sobre la petición de extradición presentada por las autoridades españolas. En la audiencia estuvieron presentes, además del ex presidente de Rumasa, cuatro abogados alemanes, dos españoles, dos fiscales, tres jueces y el capellán católico de la cárcel de Preungesheim, así como una intérprete privada.Egon Geis, abogado alemán de Ruiz-Mateos, declaró que la vista ha servido "para informar al tribunal de la constitución de las empresas de Rumasa, de su forma jurídica de holding". Y añadió que "se trató de desmostrar que el ex presidente del grupo no tenía influencia en las acciones de más de 600 empresas, todas las cuales contaban con su propio consejo de administración".
Los abogados argumentaron, por otro lado, su oposición a la solicitud de extradición presentada por las autoridades de Madrid, explicando que Ruiz-Mateos sería sometido en España "a persecución política por un Gobierno hostil que impediría un juicio independiente".
Mientras que la justicia alemana decida sobre esta petición de extradición, los defensores solicitaron que se ponga en libertad al empresario jerezano que, según afirmaron, "está dispuesto a dar su palabra al Senado de que no abandonará el país". Para apoyar estos argumentos, los abogados llevaron a la vista al capellán católico de la prisión, que habla español y que manifestó su firme convicción de que, como católico creyente, Ruiz-Mateos no faltaría a la palabra dada.
El abogado español Crispín de Vicente explicó que los jueces alemanes solicitarán probablemente a España datos más concretos que sirvan para completar la documentación presentada y que los defensores calificaron de "defectuosa".
Geis, por su parte, comentó que esta vez no se ha discutido la petición de asilo político de Ruiz-Mateos, sino los aspectos jurídicos de su caso y la legitimidad o no de la petición de extradición. La estrategia de la defensa, según Geis, "es luchar para que aumenten las posibilidades de lograr la libertad provisional y, aunque por profesión somos escépticos, contamos con poder lograrla". El jurista alemán subrayó que "esta es también la primera batalla para impedir la extradición de nuestro defendido. Todavía estamos con la primera ofensiva".
Por otra parte, el Tribunal Supremo español desestimó ayer el recurso interpuesto por Ruiz-Mateos y otros 10 ex propietarios más del grupo Rumasa, en el que solicitaban la suspensión del proceso de reprivatización del holding. El Supremo señala en su sentencia que el acto del Gobierno no viola ninguno de los derechos fundamentales objeto del recurso y absuelve a la Administración.
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