Las diferencias entre los 'siete grandes' retrasan el reparto definitivo de los bancos del grupo Rumasa

El reparto de los bancos del grupo Rumasa está resultando más difícil de lo esperado. Las diferencias entre los siete se están traduciendo en reuniones agotadoras que acaban con muy pocos resultados concretos. Los consejeros delegados se reunieron ayer a las once de la mañana en la sede de la Asociación Empresarial de Banca (AEB), y lo volvieron a hacer a las siete de la tarde. Antes de la reunión de la mañana, uno de los destacados asistentes resumió la situación manifestando que "partimos otra vez de cero, tanto en bomogeneización como en reparto".

El único punto concreto de acuerdo es el Banco de Toledo, que por unanimidad ha sido asignado al Banco Zaragozano, complaciendo así los deseos del propio banco aragonés. Claro que esto es pecata minuta comparado con el plato fuerte del resto del reparto. El Banco de Toledo es un banquito con 525 millones de capital social, menos de 80 trabajadores en plantilla y 20 oficinas abiertas al público. Ello hace que el llamado grupo de los cinco se haya desmarcado definitivamente de estas reuniones, puesto que los cuatro restantes de dicho grupo -Sabadell, Pastor, March y Herrero- ya han manifestado su deseo de no participar en el reparto.

Batalla dura

Así las cosas, esta es una batalla, y muy dura, de los siete grandes, con la vista puesta en la tabla de clasificación bancaria y las modificaciones que la misma puede experimentar según sean las distintas alternativas de adjudicación.

En este panorama, el Banco Popular, según fuentes informadas, sigue siendo el más reacio a entrar en la rifa. Tampoco siente especial celo comprador el Banco Español de Crédito, aunque con el rabillo del ojo vigila de cerca las apetencias del Banco Central. Santander e Hispano Americano aceptarán con más o menos resignación su parte alicuota de sacrificio. Y en la cabeza del pelotón se encuentran los bancos de Bilbao y de Vizcaya, además del Central. Según las fuentes, el Banco de Vizcaya dejó ayer caer sobre la mesa una oferta que dejó temblando a los reunidos: "Estamos dispuestos a quedarnos con todo". Se trataba, según todos los indicios, de un órdago destinado, más que a otra cosa, a romper la carrera.

Entre los grandes se ha detectado cierto nivel de descontento con el presidente de la AEB por la forma en que está llevado el asunto y sobre todo por la ausencia de ejercicios de simulación que dejaran ver sobre la tabla de clasificación los efectos de los distintos escenarios de adjudicación.

El panorama de los distintos bancos del grupo Rumasa ofrece pocas novedades: existen tres bancos calificados como muy malos, que son el Banco del Norte, el Banco Condal y el Banco Comercial de Cataluña; tras ellos se sitúan dos que podrían ser calificados de bastante malos, título adjudicado a Bankisur y al Banco del Noroeste; en el apartado de menos malos entrarían los bancos General, de Murcia, de Albacete, de Jerez y de Toledo, y, finalmente, restarían los aceptables con matices, entre los que cabría citar a los bancos de Extremadura, Peninsular, Sevilla, Oeste, Latino y Alicantino de Comercio. Las negociaciones van a continuar hoy y mañana.