Los sindicatos estudian la unificación de posturas para el próximo pacto social
CC OO y UGT volverán a reunirse el próximo lunes -esta vez con carácter formal- para tratar de aunar posturas de cara al próximo acuerdo social. Ayer, miembros de ambas organizaciones mantuvieron una "charla de café" como paso previo a las reuniones. Aunque, aparentemente, las posiciones de uno y otro sindicato no están muy alejadas en cuanto a aspectos globales, las diferencias pueden producirse en puntos concretos sobre los que ambas organizaciones mantienen puntos de vista dispares.Sectores de UGT contemplan con cierta cautela las resoluciones del último congreso de CC OO, claramente favorables a una política de acuerdos. En este sentido, los representantes de la central socíalista -José Luis Corcuera y José María Zuflaur- solicitaron en el encuentro de ayer que CC OO -representada en la reunión celebrada en la cafetería Manila, de la calle de Génova, por Julián Ariza y Agustín Moreno- explicara el alcance de las conclusiones de su congreso.
Para CC OO sigue siendo muy difícil, un acuerdo si no se produce un cambio importante en la política económica del Gobierno. El posible acuerdo habría de contener, según el sindicato, medidas generadoras de empleo, tales como rebajar la edad de jubilación, reducir la jornada y nuevas fórmulas para la reindustrialización. Medidas dificilmente asumibles por el Gobíerno que tiene serias dificultades para cumplir su compromiso electoral de rebajar la edad de jubilación y que no parece dispuesto a reducir nuevamente la jornada.
El Gobierno participará
El Gobierno -que posiblemente trató ayer el tema de la concertación en Consejo de Ministros mantendrá en esta ocasión una actitud de participación más directa que en el pasado. Europa Press, que recogía medios de la Presidencia del Gobierno, anunciaba ayer que Felipe González estaba dispuesto a intervenir en la recta final de las negociaciones. Otras fuentes cuestionaron estas afirmaciones por entender que el presidente podía intervenir en el arranque de la conversaciones, pero difícilmente arriesgaría una intervención final si no había seguridad de llegar al pacto.Ninguna de las partes se atreve a apostar por un acuerdo. La patronal, por boca de su presidente José María Cuevas, ya ha mostrado su escepticismo a este respecto. Y la propia UGT ha advertido de las dificultades de llegar al pacto, cuando las condiciones hacen prever muy escasas contrapartidas de carácter social. El secretario general de la central socialista, Nicolás Redondo, afirmó hace unos días ante el comité confederal, que las posibilidades de acuerdo eran remotas, cuando el Gobierno exigía la moderación salarial ofreciendo muy poco a cambio del sacrificio de los trabajadores.
Una de las más importantes contrapartidas -la cobertura de desempleo- se encuentra cerrada, tras las negociaciones del pasado otoño. Y las dificultades presupuestarias no permiten aumentar esta partida para el próximo año.
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