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Tribuna
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La falta de novedades, la mejor noticia

Algunas veces los acontecimientos no constituyen una sorpresa. Quizá eso supone que todo está bajo control, aunque lo inesperado siempre tiene su encanto. Pero no es éste el caso. La bolsa volvió a comportarse con buenas maneras, y su índice general ascendió de nuevo algunos peldaños en esa carrera que, al parecer inevitablemente, ha de conducirle hasta esa cota mítica del 130%.Sin embargo, el ambiente no está para muchos bollos. Los operadores se quejan de la falta de negocio -el volumen de contratación en la sesión del lunes se situó en 746,5 millones de pesetas- que se vive en estas jornadas de vacaciones para unos y previas para los más. La verdad es que la falta de órdenes vendedoras sirve realmente para sostener al mercado, puesto que el dinero fluye a la plaza de la Lealtad en régimen de cuentagotas.

Como ya es usual en estas circunstancias, el efectivo se posiciona en valores muy selectivos, mientras que los títulos de segunda fila disfrutan de una bien merecida siesta.

Los comentarios de los habituales se centraron en esta ocasión en el corro bancario. La razón era bastante simple: el saldo comprador, de 12.041 títulos, no casaba muy bien con las órdenes de venta que muchos operadores habían cursado. Bueno, siempre hay que tener en cuenta las compensaciones vía informática, pero no por ser esto una novedad dejó de ser acusado. Ello no significa que estos valores atraviesen otra cosa que un buen momento. Lo cierto es que la coyuntura favorece más de lo que se sugiere a primera vista a estas entidades y, como es lógico, deben reflejar de alguna forma esta realidad en sus cambios.

Las eléctricas, por su parte, prosiguen su carrera libre también como reflejo de las buenas expectativas que registra el sector. Algunas lenguas viperinas comentaban con desenfado la ganancia de Unión-Fenosa. Pero en esta ocasión ni tirios ni troyanos dijeron "esta lengua es mía".

Para romper un poco la monotonía de estas jornadas de julio ayer descontaron dividendo algunos valores, que sirven como nota de color de una sesión vestida con traje rosa y reloj haciendo juego, vulgar, vamos. Popularinsa pagó un dividendo de 45 pesetas netas, lo que supone que este valor recuperó ocho enteros. Bolshipania (140 pesetas netas) ganó 13 enteros; Asland (pagó dos dividendos: uno de 16,40 pesetas, complementario del ejercicio 1983, y otro de 24,60, a cuenta de 1984) recuperó 3,20 enteros; Uninsa, por su parte, cortó un cupón de 900 pesetas netas.

También durante la jornada de ayer comenzaron su ampliación en 40 millones de pesetas Minas de Tormaleo -en la proporción de una acción nueva por cada 14 antiguas, a la par y liberadas con cargo a la cuenta de actualización de ley de Presupuestos de 1979- y aquella que posiblemente haya levantado más rumores en todo este año: la de El Águila, que, como ya se había anunciado, será en la proporción de una acción nueva por cada dos antiguas, a la par, más 1.089 pesetas para constituir reservas.

Poco más dio de sí la sesión de ayer. Una vez más se demostró que el fondo de resistencia del mercado continúa muy firme y que la evolución futura debe proseguir siendo positiva. Aunque la falta de negocio no deja de ser el talón de Aquiles de este momento, el mercado amenaza con nuevos máximos en las próximas jornadas.

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