13 dirigentes de la RAI, advertidos de posible delito penál por su gestión
Un terremoto judicial ha empezado a sacudir a la importante empresa pública RAI-TV, Radiotelevisión Italiana. Todos sus altos dirigentes, desde el presidente socialista, Sergio Zavoli, al director general democristiano, Biagio Agnes, pasando por todos los miembros del Consejo de Administración, hasta un total de 23 personas, acaban de recibir de la Magistratura romana una comunicación judicial. Esto significa que dichos dirigentes han sido advertidos por los jueces que se conjetura acerca de un delito penal sobre ellos y que deben preparar sus abogados defensores.
El delito conjeturado por los jueces se refiere a la mala gestión y distribución presupuestaria y también de "balances falsos de la empresa". Aunque todo el caso está aún bajo estricto secreto judicial, concretamente se trataría de que dichos dirigentes de la RAI-TV que llevan sin ser reelegidos casi un año a causa de toda una serie de debates políticos internos, han permitido que se les hagan contratos de oro a algunos artistas o presentadores famosos.Un caso que ya fue considerado escandaloso meses atrás y sobre el que intervino incluso el presidente del Gobierno, Bettino Craxi, fue el maxicontrato hecho a la popular artista Raffaella Carra, a quien la RAI, para que no se marchase a la televisión privada del canal 5 de Berluschoni, le firmó un contrato por 600 millones de pesetas por tres años.
Otro de los problemas, al parecer, es el dinero que la RAI-TV se ha gastado con las coproducciones más importantes y famosas tipo Marco Polo. Parece ser que existe la sospecha de que en muchas ocasiones la RAI haya preferido conceder la realización de dichas coproducciones a sociedades privadas en vez de servirse de sus estructuras y medios propios, que son muy abundantes e importantes.
La RAI, en realidad, es una empresa mastodóntica, con 14.000 trabajadores en plantilla fija y otros tantos colaboradores externos. El balance anual es de 150.000 millones de pesetas y cuenta con 20 sedes propias en todo el país. Al parecer, el déficit de 1983 ha sido de 6.000 millones de pesetas.
Investigación a fondo
Otra de las acusaciones que al parecer se hace a los dirigentes de la RAI es la del dinero despilfarrado en premios de todo tipo a través de los programas más populares para hacer competencia a las televisiones privadas, ganando así mayor número de espectadores.El magistrado que ha firmado las comunicaciones judiciales ha sido Giancarlo Armati, quien desde marzo pasado había encargado a la guardia de finanzas una investigación a fondo sobre la administración económica de la entidad radiotelevisiva. Dicho magistrado había interrogado no hace mucho al presidente de la RAI y al presidente de la comisión parlamentaria de vigilancia sobre la RAI.
Pero quien había movido las aguas y levantado la liebre había sido el mismo Tribunal de Cuentas del Estado, quien, tras haber examinado el estado financiero de la RAI, había ya denunciado, una "expansión creciente de los gastos", ninguna salvaguardia de los equilibrios económicos y un fuerte decaimiento de la eficiencia del Consejo de Administración".
Denuncias de ciudadanos
Pero a los magistrados habían llegado también muchas denuncias de simples ciudadanos en las que se condenaba el despilfarro que la RAI estaba haciendo del dinero público.Los dirigentes convocados por el juez, que son en total 23, se defienden diciendo que se trata en realidad de una maniobra subterránea para desprestigiar a la RAI-TV como empresa pública y democrática para favorecer el camino a las televisiones privadas que están en este momento en espera de una reglamentación jurídica por parte de las fuerzas políticas en el Parlamento.
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