Nuevo intento de los presidentes de las eléctricas para acordar un consenso sobre las compensaciones intersociedades
Los presidentes de las grandes compañías eléctricas se reúnen hoy, por segunda vez en menos de 10 días, en la sede madrileña de Unidad Eléctrica (Unesa) para tratar de acordar un consenso sobre el nuevo sistema de compensaciones por la energía que unas empresas se venden a otras, que alcanza una cifra anual que ronda los 35.000 millones de pesetas. El nuevo sistema, aún sin concretar pese a que su entrada en vigor se remonta al pasado abril, cuando fue establecido por la orden ministerial de aumento de tarifas, es la última fase del plan de saneamiento financiero del sector eléctrico, cuya primera parte apareció publicada en el Boletín Oficial del Estado a finales de abril.
En la reunión prevista para hoy, que continuará mañana con la habitual de todos los meses, los presidentes de Iberduero, Hidroeléctrica Española, Unión-Fenosa, Fecsa, Sevillana y Endesa tratarán de armonizar las diferentes posturas que mantuvieron en su último encuentro monográfico sobre el tema, producido hace unos 10 días. En el intervalo, varios grupos de trabajo han tratado de elaborar diferentes alternativas a las fórmulas básicas que sobre el nuevo sistema de compensaciones fueron aportadas por las diferentes empresas. Tema central de la reunión de hoy será la fórmula-consenso que, al parecer, han elaborado varios expertos de Española sobre la base de la fórmula presentada en la anterior reunión por el grupo de empresas excedentarias de energía.En medios próximos al sector eléctrico existe un inusitado optimismo sobre la marcha de estas negociaciones y sobre las perspectivas que existen para llegar a un acuerdo intersectorial. El comportamiento de los valores eléctricos en bolsa durante la semana pasada, cuando registraron alzas superiores al 10% de su cotización siete días antes, hace presumir a los expertos que las impresiones existentes sobre estas negociaciones son positivas y que se puede producir una recuperación sostenida de estos valores, de forma que se acerque el valor real de estas acciones al que deberían tener en base a su rentabilidad.
La necesidad de buscar una fórmula-consenso sobre las compensaciones se desprende de la recomendación realizada por el Ministerio de Industria y Energía a las compañías para que traten de llegar a un acuerdo que satisfaga a todos. En caso contrario, el ministerio ha elaborado su propia fórmula (conocida por el nombre de su autora, Paulina Beato), cuya filosofía descansa en el principio básico de que las empresas que adquieren energía a otras deben pagar no sólo los costes variables (combustibles) en que incurren en su producción, sino también los fijos (es decir, los derivados de la construcción de las instalaciones de producción). Esta idea es un cambio fundamental sobre el anterior sistema de pago, que sólo compensaba costes variables. Costes estandarizados
En la última reunión de los presidentes, la cuestión fundamental de negociación estuvo centrada en las discusiones sobre la fórmula presentada por un grupo de empresas excedentarias de energía que trataba de adaptarse a la filosofía gubernamental. Preparada por un experto cualificado del sector, la fórmula era más bien doble, con dos variaciones cada una. En esencia, la primera alternativa consideraba unos costes fijos estandarizados, es decir los de una central tipo. con sus costes previos constantes. La segunda fórmula se basaba en unos costes fijos reales a los que se aplicaba un tipo de interés intercalario próximo al del mercado.
Esta doble fórmula fue contestada por algunas empresas, algunas de las cuales aportaron sus propias ideas al respecto. Las reservas a esta propuesta partieron de sociedades como Iberduero, cuya amplitud de mercado la ha forzado en ocasiones a adquirir energía a otras empresas. De las ideas intercambiadas en la reunión surgió la necesidad de armonizar posiciones y de darse un plazo de tiempo inferior a 15 días para buscar un consenso.
La cuestión de las compensaciones está directamente relacionada con las negociaciones en curso que mantienen algunas sociedades para intercambiar o adquirir activos de producción. Este intercambio de activos forma parte del plan de saneamiento del sector y de su filosofía, que persigue adecuar la estructura de producción de las empresas al mercado del que disponen o viceversa. Estas negociaciones, sin embargo, se llevan en el más absoluto silencio, hasta tal punto que hace días sorprendió el anuncio realizado por Iberduero y Electra de Viesgo según el cual la primera adquiriría la totalidad de la central térmica de Guardo.
Al parecer, el interés está ahora centrado en lo que suceda con las centrales térmicas de La Robla y Anyares del Sil, que podrían ser objeto de compra en parte por Iberduero y Endesa, de hacer caso a las informaciones disponibles.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.