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El acuerdo sobre 38,5 horas semanales en el sector de artes gráficas en la RFA pone fin a la huelga

Tras 13 semanas de huelgas, incidentes con heridos leves en los piquetes de huelga y el fracaso de una mediación política, los empresarios y el sindicato de artes gráficas (Ig Druck) llegaron ayer en Dusseldorf (República Federal de Alemania) a un acuerdo que reduce la semana laboral a 38,5 horas a partir del 1 de abril del año próximo y a una subida salarial del 3,3% en este mes de julio.

Después de haberse llegado a un acuerdo en la industria metalúrgica era previsible un rápido final del conflicto en el sector de artes gráficas, pero los frentes se endurecieron a lo largo de la pasada semana. Ig Druck es un sindicato pequeño, con sólo 144.000 afiliados, y no podía esperar un resultado más favorable que el conseguido por el dinosaurio Ig Metall, que cuenta con 2,6 millones de trabajadores.La patronal de artes gráficas ofreció inmediatamente un compromiso similar al del metal -38,5 horas y 3,3%. de subida salarial-, pero el Ig Druck no acepté las cláusulas del acuerdo, que dejan un margen de flexibilidad negociadora en cada empresa entre las 37 y las 40 horas. La situación, se enconó y las negociaciones estuvieron días atrás al borde de la ruptura, mientras la huelga impedía la salida de gran número de periódicos en diferentes zonas de la RFA.

En la noche del jueves al viernes se llegó finalmente a un compromiso para los 165.000 asalariados de artes gráficas. La base del acuerdo es la misma que la del metal, pero con algunas modificaciones de detalle que tienen en consideración las particularidades del sector.

Los trabajadores de artes gráficas de la RFA tendrán una semana de 38,5 horas a partir del 1 de abril de 1985. Esa semana de 38,5 horas quedará inamovible durante dos años, hasta el 1 de abril de 1987. Desde este mes de julio los sueldos subirán un 3,3%, que cubre exactamente el porcentaje de inflación de la RFA del año pasado. A partir del 1 de abril de 1985 se aumentarán de nuevo los salarios en un 2,2%. El difícil problema de la flexibilidad, que impidió el acuerdo durante la última semana, se resolvió a base de conceder a cada empresa -según las necesidades del trabajo- la posibilidad de conceder la reducción de esas horas semanales. con días de vacaciones. Esto se regulará a escala empresarial, según la situación particular de cada empresa y con negociaciones con el comité de empresa.

La huelga de artes gráficas, que concluye con el primer turno de trabajo del próximo lunes, ha sido una de las más duras de la historia de la RFA, con 13 semanas de duración y fuertes enfrentamientos entre huelguistas y esquiroles. En tres ocasiones -Coblenza, Offenbach y Stuttgart- hubo heridos, al resultar atropellados piquetes de huelga por camionetas de reparto, y hasta en una ocasión por un colaborador del periódico de Coblenza.

Daño a los periódicos

Muchos días no aparecieron periódicos de ámbito federal, como los dos de Francfort Frankfurter AlIgemeine y Frankfurter Rundschau. El Suddeutsche Zeitung, liberal, de Munich, aparecía sólo con cuatro páginas, que se vendían a 20 céntimos (11 pesetas), mientras que el precio habitual es de 1,20 marcos (68 pesetas). La huelga ha estado a punto de hundir a uno de los pocos diarios de izquierda de la RFA, el Frankfurter Rundschau, y provocó un enfrentamiento fuerte entre el conservador Frankfurter Allgemeine y los huelguistas, cuando los editores decidieron sacar el periódico con un helicóptero, para burlar así a los piquetes qué bloqueaban la distribución..En una ocasión el Frankfurter Allgemeine apareció con la mitad de su primera página en blanco. Los editores se empeñaron en salir a la calle y producir un diario de cuatro páginas sin los trabajadores en huelga. El resultado fue que con las nuevas técnicas de impresión y el empleo del sistema de computadoras Atex se consiguió hacer el periódico. A la hora de imprimir no aparecían en el sistema de ordenadores los editoriales, y el Frankfurter Allgemeine apareció aquel día sin su porción doctrinal pero demostró que era posible salir a la venta sin los huelguistas.

El enfrentamiento en las artes gráficas ha envenenado el clima en un sector que por su avance tecnológico está en condiciones antes que otros de introducir la semana de 35 horas, pero los empresarios de artes gráficas no quisieron romper el frente patronal cuando estaba en juego el conflicto del metal. Enfrente estaba el Ig Druck, que es el sindicato más politizado y radical de la RFA, donde algunos funcionarios se alinean con frecuencia abiertamente con las posiciones comunistas. Esto quedó de manifiesto en las elecciones de la Sociedad de Autores alemana -también integrada en el Ig Druck-, donde los dirigentes sindicales tomaron partido a favor del candidato apoyado por los comunist-as y en contra del propuesto por los actores radical-democráticos, representados por los autores Gúnter Grass y Heinrich Böll.

La huelga de artes gráficas dejará huella en la RFA, porque ha pu.esto de manifiesto la posibilidad de que los periódicos lleguen al lector a pesar de la huelga, y esta lección será, sin duda, aprendida por los patronos cara al futuro.

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