Los intelectuales de izquierda Claudín y Paramio defienden en un debate sus posiciones pro OTAN
Un debate sobre la permanencia de España en la OTAN, celebrado anoche en el Ateneo de Madrid, terminó convirtiéndose en una especie de proceso a los intelectuales de izquierda Fernando Claudín -ex dirigente del PCE- y Ludolfo Paramio -profesor universitario, director de la revista En teoría, de pensamiento marxista-, quienes recientemente se pronunciaron en una serie de dos artículos publicados en EL PAÍS a favor de que España continúe presente en ese organismo militar.En el salón de actos del Ateneo, Paramio y Claudín defendieron la permanencia de España en la OTAN -utilizando básicamente los argumentos de sus artículos frente a las posturas contrarias del profesor Antonio Elorza y del pacifista Carlos Otamendi.
La final de la Eurocopa de fútbol restó público al debate: poco más de un centenar de personas siguió las discusiones.
Fernando Claudín abrió su turno contestando al primero de los artículos que replicó su toma de posición en favor de la OTAN. El antiguo dirigente del Partido Comunista de España afirmó que parte de los argumentos que se habían usado para contraatacar sus puntos de vista le recuerdan al viejo lenguaje usado en la Internacional Comunista, cuando una crítica a la Unión Soviética era considerada siempre como un apoyo a las posturas imperialistas. Claudín insistió en su tesis sobre la existencia real de una "amenaza soviética". Para adobar su intervención, el antiguo dirigente comunista echó mano a buen número de citas de dirigentes políticos y militares del bloque del Este, entre ellas una de un ministro de Defensa de la República Democrática Alemana, quien afirmó que la guerra nuclear podía ser una prolongación de la lucha de clases.
El anti OTAN Antonio Elorza intervino afirmando que es una falacia decir que España dentro de la OTAN puede influir con sus posiciones de izquierdas, y barruntó que su papel sería más bien débil y que más que al protagonizado por Francia se acercaría al de Turquía. Dijo también que la permanencia en la OTAN crea una dependencia, y que es falso que ésta sea inevitable. Por último afirmó que la URSS, agobiada por los problemas de su bloque, no se encuentra en estos momentos en condiciones de ser agresiva.
Paramio, con tono irónico, insistió en que la entrada en la CEE acarrea la permanencia en la OTAN. Por último, el pacifista Otamendi se mostró partidario de la neutralidad, que, según él, aumentaría la seguridad de España y que, además, es mucho más barata. La salida de España de la organización -mantuvo también- tendría carácter testimonial y ayudaría a acrecentar su credibilidad.
Después se abrió el turno de intervenciones, la mayoría de las cuales atacaron las posiciones de Claudín y de Paramio.
