Miterrand y el Kremlin

Sólo con el tiempo será posible extraer un balance verdaderamente completo del viaje a la URSS de Mitterrand. Pero se puede constatar desde ahora que el presidente de la República ha sabido evitar las numerosas trampas que amenazaban su empresa y ganar la apuesta que consistía en mantener el mismo lenguaje en Moscú que en París o Washington. ( ... ) Hablar claro es una cosa; ser escuchado, otra. La censura que ha caído sobre las frases sacrílegas del presidente de la República demuestra que la dirección soviética no ha querido escuchar lo que decía Mitterrand. Es el caso del asunto Sajarov, sobre el que no se ha dado ninguna noticia a la delegación francesa. Es el caso también de Afganistán y de Polonia, así como del equilibrio nuclear.Entre las precisiones que Mitterrand quería dar a los dirigentes soviéticos figuraba en prioridad la reafirmación solemne de la autonomía y de la independencia de los medios de defensa de Francia. Se trataba indirectamente de tranquilizar a los soviéticos, que ven con mal ojo sucederse las iniciativas a favor de una defensa europea ( ... ). ¿El presidente de la República ha logrado lo que se proponía? Se puede dudar de ello, puesto que tuvo el coraje de insistir, tanto en Moscú como en Stalingrado, sobre la necesidad de una reconciliación con Alemania. Son palabras que no son gratas de oír y que han sido censuradas por Moscú. ( ... )

¿Las relaciones franco-soviéticas son actualmente mejores que antes del viaje de Mitterrand? No es seguro que la respuesta sea positiva. La URSS tenía interés en esta visita para salir de su aislamiento. Pero los señuelos tendidos por el presidente eran importantes. ¿Los aceptarán? Un primer índice lo proporcionará la evolución de las relaciones comerciales entre los dos países, muy desfavorables a Francia. Ahora bien, por lo que se ha sabido, las conversaciones que ha tenido la señora Cresson han sido decepcionantes.

, 26 de junio