Françoise Philippe,

una maestra francesa de 26 años, ha recorrido los 2.000 kilómetros que separan su ciudad de origen y Santiago de Compostela, a pie y en solitario. La decisión de Françoise, a pesar de su caracter intimista, no ha pasado inadvertida a los coleccionistas de récords, lo que la ha convertido en la primera mujer que alcanza sola la ruta jacobea. La autora de la hazaña ha aparecido en Santiago vestida con una capa larga, la cruz celta tallada a mano en sus brazos, la concha del peregrino en la solapa y el apoyo de un palo de roble, un bastón de caminante que Françoise ha tenido que utilizar en más de una ocasión para defenderse del asedio masculino no solicitado. Solitaria hasta en esa cuestión, la peregrina ha explicado que no ha pretendido demostrar que la mujer puede caminar sola por la vida sin la tutela del varón e incluso, a veces, sin su agradable compañía. Pensando que lo anterior es obvio, la maestra ha elegido este sistema para "buscar la paz y encontrar la armonía conmigo misma".