Dos personas detenidas en el País Vasco francés tras el atentado en el que resultó herido el 'etarra' Pérez Revilla

Dos personas fueron detenidas por la policía francesa y sometidas a un interrogatorio en las dependencias policiales de Bayona, tras el atentado del pasado viernes que hirió gravemente en la localidad vasco-francesa de Biarritz, el pasado viernes, al dirigente histórico de de ETA Militar Tomás Pérez Revilla y al sacerdote Román Orbe. Aunque los médicos del hospital de Burdeos, adonde tuvieron que ser trasladados debido a la gravedad de sus quemaduras, no temen por sus vidas, se sabe que los heridos tardarán tiempo en recuperarse. El atentado fue reivindicado por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL).

El atentado, que se produjo en plena calle, a una hora en la había numerosos transeúntes, ha causado indignación entre la población vasco-francesa, que en estas fechas se dispone a acoger a un cualificado turismo interno que constituye una de sus principales fuentes de riqueza. La repercusión que la inseguridad ciudadana en este territorio pueda representar para el retraimiento turístico se ha puesto de manifiesto recientemente al comprobarse que las cifras de reservas del presente año son inferiores en un 40% en relación a los años anteriores.Las nueve acciones protagonizadas por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) han conseguido así, en siete meses, enfrentar a la población francesa, celosa de su seguridad y su supervivencia, con los refugiados vascos, cuya presencia representa inseguridad, pero sobre todo el peligro de que la violencia que sacude tan agudamente a la población vasca española se traslade ahora a su territorio.

Tanto es así que los propios comerciantes de mayor influencia de la zona están realizando fuertes presiones ante el Gobierno de su país para que actúe y frene la situación. Éste es un nuevo frente de presión para que los refugiados sean desalojados de los departamentos vasco-franceses, uno de los objetivos en que los Gobiernos español y francés se han puesto de acuerdo para actuar conjuntamente, y que se ha concretado en la lista que Gaston Defferre llevaba el pasado jueves de regreso a París, después de entrevistarse con el ministro José Barrionuevo.

La incógnita sobre el auténtico alcance de estas medidas conjuntas planea como una mala sombra sobre los refugiados que se encuentran en el País Vasco francés. Sólo así se explica, según hicieron constar a este periódico fuentes próximas a los círculos de refugiados, la ausencia de respuestas a este último atentado, que, lejos de despertar movilizaciones, ha producido repliegue y silencio.

Parece extenderse la sensación de que cualquier movimiento serviría de excusa a las autoridades francesas para tomar medidas que en ningún caso iban a resultar beneficiosas para los vascos allí residentes. Todos los refugiados que en los seis últimos meses, y por las más diversas razones, han sido detenidos por la policía francesa han terminado confinados en otros departamentos o expulsados del territorio francés, como ocurrió con los que formaban parte de la primera lista que tuvo en sus manos la policía francesa, destinada a la expulsión de los refugiados, aunque finalmente sólo envió a seis a Panamá en el mes de enero.

Ahorrar el avión

En círculos próximos a los vascos refugiados en Francia existe la sospecha de que la Administración francesa optará, si las cosas se complican, por poner en la frontera española a los refugiados de la nueva lista sobre los que el Gobierno español asegura que pueden volver. "Así se ahorra los costes que le supone el pagar el avión hasta América", declaraban a este periódico.

Es evidente la sensación de que se está sometiendo a la organización armada vasca a una situación límite como no la habían conocido a lo largo de su reciente historia. Se ha llegado incluso a especular sobre la eventualidad de un traslado de la dirección de los milis al interior del territorio español, habida cuenta de la imposibilidad de su pervivencia en territorio vasco francés. Esta hipótesis, de materializarse, representaría un importante cambio en el funcionamiento de la estructura de la organización y sobre todo en cuanto a sus resultados y su eficacia.

Pastoral de Setién

En torno a los últimos hechos violentos ocurridos a uno y otro lado de la frontera franco-española el obispo de San Sebastián, José María Setién, hizo pública ayer una pastoral, titulada Una vez más no puedo callar, en la que condena los últimos sucesos. Al recordar a los muertos, heridos y detenidos de los últimos días, Setién escribe que "el intento de distinguir unos hechos de otros, según quien lo realice o la causa que defienda ( ... ), no puede hacerme callar si es innegable la violación del derecho a la vida y a la integridad física de las personas".

Igualmente pide "un juicio condenatorio común" para los "atentados injustos contra la vida del hombre" e indica que "el propio proyecto político de Euskadi, de una parte, y la eliminación del terrorismo de la otra, son elevados a la categoría de metas absolutas para los que así piensan". "No es lícito", agrega, "el principio práctico de a cualquier precio".