La suspensión de pagos de la siderúrgica francesa Creusot-Loire, un reto al Gobierno Mitterrand
La crítica situación de la firma Creusot-Loire, número uno de la siderurgia francesa, cuya dirección decidió solicitar anteayer miércoles la suspensión de pagos, ha desbordado los límites de lo económico para convertirse en un problema político, se asegura en círculos políticos frenceses, informa Efe.El ministro de Industria, Laurent Fabius, ha advertido en la Asamblea Nacional a los dirigentes del grupo Empain-Schneider, principal accionista de Creusot-Loire, sobre el riesgo de empujar a la firma a "un auténtico drama".
En efecto, la palabra "drama" no es en modo alguno exagerada si se tiene en cuenta que el cierre de Creusot-Loire dejaría sin empleo a 30.000 personas, sin contar otras 100.000 en la industria auxiliar. El ministro de Industria aseguró que no había precedentes en la economía occidental de que un grupo financiero abandonase a su suerte a una filial tan importante como Creusot-Loire.
Según Fabius, los contribuyentes franceses no deben pagar los errores de gestión de la dirección de Creusot-Loire. El ministro desmintió categóricamente que el objetivo del Gobierno fuera la nacionalización del grupo Empain-Schneider, como ha asegurado el presidente director-general de la empresa, Didier Pineau-Valencienne, para quien el plan de recuperación de la sociedad no ha podido ser puesto en marcha por falta de colaboración del Gobierno.
El plan gubernamental preveía reunir 4.000 millones de francos, a los que se unirían unos 800 millones a aportar por el propio grupo Empain-Schneider.
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