Para empezar, unos consejos

Muñoz hubiese querido realizar el entrenamiento de ayer sobre el césped del estadio Geoffroy Guichard, ya que Saint Etiénne se encuentra a 60 kilómetros de Lyon "y prefería que los jugadores estuvieran descansados el miércoles y no meterles, 120 kilómetros de autocar en el cuerpo". Pero ayer no pudo ser y deberán viajar hoy a las 17.30 horas, ya que anoche debían realizarse pruebas de luz en el estadio y el terreno de juego estaba inundado de señales. Así que ayer se fueron al campo de La Duchere, en el mismo Lyon. Allí hicieron ligeros ejercicios fisícos mientras daban vueltas al campo. Después, mientras Miera se pasaba 40 minutos con Arconada, los titulares (sin el portero vasco, ni Maceda, en el equipo rival) se enfrentaron a los suplentes, en lo que el simpático Maguregui llamaría "una pachangada".Esa pachangada fue arbitrada por Muñoz y amenizada por Luis Suárez que, en posición de lateral derecho, no cesaba de pedir a sus compafieros que "a Gordillo dejármelo para mí, que no va a tocar una". Por supuesto que Gordillo hizo lo que quiso y Suárez, otro tanto. Muñoz se pasó el partidillo repartiendo consejos. "Presionar. un poco, presionar un poco", pedía a la defensa titular, cuando el rival se acercaba al área. "Alargar el pase un poquito", solicitaba a la hora del contragolpe, cuando no gritaba "ha de ser gol, ha de ser gol", en un contraatque donde Víctor, Santillana y Carrasco llegaron solos ante Buyo. No fue gol. Muñoz criticó simpáticamente a Francisco y Butragueño -en excelente forma- por no tirar a puerta y apurar el pase dentro del área, así como la manía de los suplentes de jugar sólo por el lado izquierdo, dejando el derecho totalmente libre. De vez en cuando, Suárez aleccionaba a los jugadores, como en una ocasión que los suplentes iniciaban un contragolpe y les gritó "vamos, vamos, uno busca y dos se escapan". Esta vez sí fue gol. De todos modos, acabaron como buenos amigos: 2-2.