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La patronal alemana amenaza con extender el cierre al Estado de Baviera

Las negociaciones entre empresarios y el IG Metall por la semana de 35 horas continuaron en Stuttgart con las cartas descubiertas sobre las propuestas de cada parte, mientras la patronal amenaza con extender el cierre empresarial al Estado federado de Baviera, distrito donde todavía no se negocia ni está afectado por la huelga.Ayer, prácticamente todas las empresas automovilísticas se encontraban afectadas por las huelgas. 300.000 trabajadores, de los 450.000 que integran el sector del automóvil, se encuentran sin trabajo. Ernst Eisenmann -apellido que significa hombre de acero-, jefe del distrito del IG Metall de Baden del Norte y Wurtemberg, expuso ante las cámaras de televisión la propuesta concreta del sindicato: subida salarial desde el 1 de julio de un 3,3%, y del 2,5% a partir del 1 de febrero de 1985 hasta el 1 de enero de 1986. La introducción de las 35 horas semanales se haría paulatinamente, dos horas menos desde el 1 de enero próximo y una menos cada año, hasta llegar a las 35 horas semanales el 1 de enero de 1988.

La patronal ofrece: subida de un 3,3% desde el 1 de junio y de un 1,7% desde el 1 de febrero de 1985, rebaja de una hora semanal a partir del próximo febrero y otra hora un año después sólo para los trabajadores del turno de noche. Además los patronos ofrecen una posibilidad de jubilación anticipada a los 58 años.

Los frentes parecen inamovibles y la huelga continúa con dureza. Ayer quedó afectada la producción de la últirna gran empresa automovilísta de la República Federal de Alemania, y la Ford acordó mandar de vacaciones a sus trabajadores porque faltan piezas para la producción.

Los patronos, quizá animados por el fallo favorable del Tribunal Laboral de Francfort sobre el cierre patronal, amenazaron con extender el cierre a las grandes empresas de Baviera. La introducción de esta forma de cierre patronal ofensivo, no como respuesta a una huelga en el distrito tarifario, ha Fido duramente criticada por el sindicato y también por el ministro federal de Trabajo, el democristiano Norbert Bluem (CDU). El sindicato amenazó con huelgas de solidaridad con respuesta al cierre patronal. Según fuentes de la industria del automóvil, cada día de huelga supone pérdidas por valor de 470 millones de marcos (casi 26.000 millones de pesetas).

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