El régimen de Taiwan confía en "recuperar" el continente, soporte territorial de la República Popular China
El régimen de Taiwan confía en "reconquistar" el continente en un futuro más o menos lejano y ve como un grave peligro para su estabilidad los movimientos que pretenden crear en la isla un Estado independiente, sin ninguna vinculación con China. Según el doctor Wei Yung, presidente de la comisión de investigación, evaluación y desarrollo del Yuan (órgano ejecutivo de Taiwan) los esfuerzos para "recuperar" el continente serán "en un 70% políticos, y sólo en un 30% militares".
¿Cómo recobrar a los 1.000 millones de chinos de la República Popular? Raymond Tai, subdirector general de la Oficina de Información del Gobierno, tiene la respuesta: competencia pacífica. "Tenemos que progresar aquí cada vez más para ser un ejemplo. Si en el continente los comunistas no son capaces de elevar el nivel de vida de la población, la gente se sublevará contra ellos; siempre ha ocurrido así en la historia de China"."Además, hay unos 30 millones de chinos viviendo fuera, que pueden entrar tanto en Taiwan como en el continente. Ellos son nuestros mejores propagandistas, los que difunden nuestro evangelio en el continente y siembran la semilla de la libertad", dice un tanto enfáticamente.
Tan optimista visión del futuro se ve reforzada, en opinión de Tai, por la apertura de Pekín a Occidente, que contribuirá a cambiar la mentalidad de los comunistas. "Creemos que China se reunificará con el mejor sistema de los dos en competencia. ¿Que tomará tiempo? No tenemos prisa; somos un país con 5.000 años de historia...". Ese objetivo tan a largo plazo hace necesarias, en opinión de Tai, algunas medidas que han sido criticadas en los países occidentales como restrictivas de la libertad. "No podemos tolerar ningún tipo de propaganda comunista en la isla ni tampoco consentir el más mínimo separatismo. Somos pequeños, sólo 18 millones de personas, y tenemos que estar muy unidos".
Para controlar estos desviacionismos existe una eficiente policía política y la ley marcial sigue en vigor desde hace 35 años, posiblemente el período más largo sufrido por un país en la historia moderna. El Kuomitang funciona en la práctica como un partido único y la libertad de expresión es violada con frecuencia mediante secuestros de revistas y periódicos.
Democracia contra comunismo
Steve Wang, director general del Ministerio de Asuntos Exteriores, asegura que en Taiwan existe un sistema democrático, a diferencia de lo que ocurre en el continente. "El Kuomitang quiere desarrollar la democracia porque es la mejor arma para luchar contra el comunismo. Sólo la democracia nos dará prosperidad y el apoyo del pueblo. Aquí se celebran elecciones, hay dos partidos políticos representados en el Parlamento y se permite a la oposición criticar al Gobierno. Hay sólo una condición: no discutir lo básico, como sería modificar nuestra Constitución o mantener conversaciones con los comunistas. Eso no se tolera".Se calcula que un millón de personas pasaron a la isla de Formosa cuando la revolución comunista triunfó en China. Eran en su mayoría funcionarios, militares, médicos, ingenieros, etcétera. Una especie de elite de alto nivel educacional que tomó el poder en la isla e instituyó el actual régimen político. Los habitantes de Formosa quedaron marginados y el proceso de integración ha sido largo y difícil, aunque el actual vicepresidente es un nativo.
Para el doctor Wei Yung, ese millón de personas sentaron las bases del desarrollo de Taiwan. Luego hubo una reforma agraria y un importante esfuerzo educativo. "Tenemos casi 1.200.000 graduados universitarios, de los que 800.000 trabajan en el sector privado y el resto en la Administración".
Pero la única forma de mantener el espectacular desarrollo económico es la integración política. Wei Yung critica los sentimientos "provincianos" de algunos nativos de la isla y dice que los grupos "separatistas", que cuentan con organizaciones en el extranjero, principalmente en EEUU, tienen mucha menos importancia de la que se les da en la Prensa extranjera.
"Una supuesta República de Taiwan no sería reconocida internacionalmente por nadie, la ONU no la admitiría y tendría efectos muy negativos en las inversiones de los chinos que viven en el extranjero, que elegirían un lugar más seguro, como Singapur, ahora que Hong Kong va a caer en manos de los comunistas".
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