El Gobierno portugués enviará al Parlamento una ley que le asigna poderes excepcionales
La manifestación convocada para hoy en Lisboa por los sindicatos comunistas en protesta contra los recientes aumentos de precios, la decisión del Gobierno de remitir al Parlamento una propuesta de ley que asigna al primer ministro la capacidad de declarar el estado de excepción y la reunión, el próximo fin de semana, de la dirección nacional del Partido Social Demócrata (PSD, segundo partido de la coalición que apoya el Gobierno de Mario Soares) han radicalizado el clima de crisis política latente hace varios días en Portugal.La confusión en los medios de la mayoría del Gobierno ante los crecientes rumores sobre una inminente ruptura en la coalición gubernamental alcanzó tal nivel, que Mario Soares pronunció el jueves un inesperado discurso a través de la radio y la televisión para tratar de apaciguar los ánimos.
En esta alocución, Soares reafirmó su decisión de hacer aprobar en el más breve plazo posible la ley de Seguridad Nacional, que asigna al primer ministro la "alta autoridad nacional de la seguridad nacional", al concederle amplios poderes para decretar las medidas de excepción que el Gobierno juzgue necesarias en caso de amenaza interna contra la seguridad del Estado.
El proyecto, elaborado por el ministro socialista del Interior y filtrado a la Prensa portuguesa desde el interior del propio Gobierno, es fuertemente criticado por parlamentarios socialistas y socialdemócratas, preocupados ante el eventual resurgimiento de una policía política y de prácticas utilizadas (pero nunca legalizadas) por la dictadura salazarista, como las escuchas telefónicas, la violación de correspondencia y las detenciones administrativas sin mandato judicial.
En este discurso Soares afirmó también que el Gabinete que preside desde hace un año ha conseguido "invertir la marcha hacia el abismo", y que Portugal está ahora "en el buen camino", justificando así la decisión de no proceder al anunciado cambio ministerial, exigido hace meses por los aliados socialdemócratas del Partido Socialista de Portugal.
Soares denunció también el peligro de que Portugal se transforme en un "país ingobernable" por obra de una "minoría organizada que pretende imponer un plan de desprestigio de las instituciones democráticas", y la existencia de un sistema "en el que el poder está dividido, con poderes y contrapoderes que frenan, perturban, sabotean". Como síntomas de la ofensiva en curso para desestabilizar el régimen democrático luso, Soares citó, colocándolos prácticamente en el mismo plano, las huelgas y manifestaciones callejeras organizadas por la CGT y el partido comunista, los atentados atribuidos a las Fuerzas Populares del 25 de Abril, que se cobraron dos muertes en las últimas semanas, y las pintadas aparecidas sobre los muros de Lisboa llamando a la desobediencia civil y al no pago de las nuevas tarifas de los transportes públicos.
Por otra parte, la reunión que se celebra este fin de semana de la dirección nacional del PSD suscita una gran expectativa en los medios políticos, ya que en ella Mota Pinto se juega el liderazgo conquistado en el congreso del PSD del pasado febrero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.