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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El laberinto de la sociedad de consumo

Me ha gustado en extremo el artículo de mi amigo y co-reo Jesús Ibáñez, por el que me entero que el responsable en último extremo de la estructura en la prisión de Carabanchel fue nada menos que Jeremías Bentham, lo ignoraba... Tantas horas de conversación como pasamos Jesús y yo en la mencionada prisión.Creo que, efectivamente, el mejor símbolo de esta sociedad de consumo que disfrutamos es el laberinto en el que gran parte de los ciudadanos se sienten contentos sabiendo que hay una salida, aunque es muy poco probable que puedan algún día encontrarla; no puedo menos que aprobar también lo que Jesús dice sobre la libre elección en esta sociedad. Menciona, si no me equivoco, tres ejemplos, y del objetivo de fabricar consumidores, desde este mi retiro alpino, donde puedo, si quiero (no con frecuencia), ver televisión de cuatro países, en la que en tres idiomas se exhiben exactamente los mismos anuncios de seis o siete detergentes distintos de nombre, pero todos exactamente iguales, que, casi con su simple aparición producen el brillo esplendoroso de cocinas y otros habitáculos, ante el gozo inenarrable de quien suda la gota gorda hasta ese momento por estar utilizando un detergente distinto; donde también veo jóvenes en nada parecidos a los del Mayo del 68 con unos aparatitos dotados de unos auriculares que hacen oír música incesante en audífonos mientras juegan con aparatos electrónicos sobre la guerra de las galaxias, u otros parecidos.

Pero como yo tengo tendencia al optimismo, espero que llegaremos a salir de este bache y que en algún momento será posible elegir entre alternativas distintas de la derecha progresista o izquierda moderada. Quizá para ello sea necesario barrer el desencanto lacrimoso y, como hace Ibáñez y unos días antes Vázquez Montalbán en su artículo sobre la crisis de la izquierda, proceder a analizar en vez de proponer soluciones para salir del laberinto. Para una persona de mi edad, comenzar ahora a analizar el resultado de lo que hicimos en una época en la que, como dice Pedro Altares, se discutió, por ejemplo, si era más progresista la Virgen de Montserrat o la del Pilar, no es para incitar muchas alegrías (en cuanto al color de estas dos Vírgenes habría que decir algo en una carta de la semana próxima u otra), pero no puedo menos de incitar a esta tarea al mayor número posible y participar en ella cuando pueda con esperanza para un futuro que seguramente ya no veré, sino mis sucesores, si es que llegan a verlo, o llegan a enfrentarse a una mejor situación que la actual, sepan que nuestro objetivo no era simplemente poder proceder a las elecciones de que habla mi querido Jesús.

¡A la tarea, pues, los que puedan! Y un abrazo para los tres citados. /

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ministro plenipotenciario de la Embajada de España en Berna.

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