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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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El movimiento olímpico es así

El autor, con motivo de la decisión soviética de no acudir a los Juegos de Los Ángeles, argumenta que la contestación soviética al anterior boicoteo norteamericano en Moscú-80 no ha sido más que otro eslabón de la serie de despropósitos que lleva consigo el olimpismo moderno. En su opinión, se respira históricamente un falso espíritu olímpico, que en el fondo era y es el fundamento pragmático de sus fundadores y promotores. Un repaso al olimpismo demuestra que nunca existió como tal, sino con la intención burguesa de maniobrar al servicio de los poderes económicos.Se ha consumado, una vez más, lo normal. Hace cuatro años, con motivo del programa de TVE La clave, al señor Popov, del CO de la URS S, le comentaba una posible reacción soviética para los JJ OO de Los Ángeles. Su comentario apenas lo entendí. No creo que la reacción estuviera premeditada, sus razones políticas habrán tenido y los argumentos se multiplicarán como hace cuatro años hiciera EE UU. La agonía olímpica, como aprecia el editorial de EL PAIS de fecha 9 de mayo de 1984, es latente, por más que sus dirigentes lo contradigan, y aunque las aguas volvieran a su cauce, lo cierto. es que el poder económico que mueve unos juegos hará que subsistan, aunque sea en su agonía.

Denominador común

No encamino mi análisis a relatar las múltiples circunstancias negativas que han rodeado la preparación y celebración de los juegos desde 1896, pero los problemas raciales, de propaganda de regímenes concretos, de galopante mercantilismo y consumismo, de desprecio a los países pobres, de dependencia gubernamental, etcétera, han sido denominador común cada cuatro años (fuera de los paréntesis por conflictos bélicos mundiales). Quizá sea el momento de repasar la historia olímpica, de estudiar con rigor sus interioridades, que van más allá de los récords o del espectáculo, e invito a ello.Tampoco encamino mi análisis a criticar la torpeza de la URSS, ya que sus legítimas razones tendrá, aunque yo no las compartiera, pero las razones que EE UU tuvo en su momento, podrán ser dobladas con razonamientos soviéticos en este caso, aunque evidentemente esta situación no ayuda en nada a la pacificación y la distensión internacional por la que mucha gente clamamos.

Despropósitos

Pero sí quiero hacer una simple reflexión: "Que nadie. se rasgue las vestiduras", ya que el movimiento olímpico conlleva aparejada esta serie de despropósitos, respirándose históricamente un falso espíritu olímpico, que en el fondo era y es el fundamento pragmático de sus fundadores y promotores.1. La mascarada que ha supuesto y supone la colaboración formal de clases y razas por la vía olímpica, cuando social y políticamente existe el abismo y la incomprensión.

2. La definición de deportistas aficionados, a todas luces cada vez más irreal.

3. El incumplimiento tácito de la separación de los comités olímpicos de los Gobiernos.

Estos puntos y otros más nos demuestran que el olimpismo nunca existió tal y como se nos ha querido decir; más bien ha sido una maniobra burguesa al servicio del poder económico y de los regímenes, que amparándose en la nobleza del deporte como tal, han utilizado como instrumento al deportista y al pasivo espectador.

Si libremente hay quien piensa que es necesaria la competitividad internacional reglamentada y organizada, que se haga, pero que no se trate de utilizar el esfuerzo físico de miles de hombres y mujeres y la contemplación de ese espectáculo por parte de millones de seres, para fines ruines, ya que no es sólo el precio de la falsedad colectiva, sino que además en muchas zonas del mundo se hurta a cambio del verdadero sentido del hecho fisico-deportivo para todos los ciudadanos, como educación del cuerpo, fomento de la salud, recreación, participación y -que se quiera o no- ha de ser la alternativa a tanto chovinismo espectacular que nos tienen montado.

El patrioterismo choca contra las raíces de la justicia y de la libertad más elemental y es la exhibición por antonomasia que históricamente ciertos políticos han hecho para tapar sus torpezas.

Connotaciones

Chocan las afirmaciones del señor Samaranch sobre los políticos, cuando fue la política o cierta política la que le llevó a ese puesto en el COI, como chocaron las diferencias entre el COE y el Gobierno de la UCD de hace cuatro años, sin duda por intereses opuestos, ya que ambos se jugaban mucho: unos, la eliminación americana; otros, el turismo y la presidencia del COI.Hoy, como hace cuatro años, creo que en beneficio de la distensión se debe acudir, y sobre todo por las decenas de chicos y chicas que están trabajando a tope en sus entrenamientos, aunque muchos de ellos -en sus interioridades- saben de incomprensiones, de utilizaciones, de mentiras...

Desde mi posición, este tema me preocupa, y hasta confieso que me apasiona, por sus connotaciones políticas, sociológicas, etcétera, pero, desde mi posición, más me preocupa la falta de confianza de un pueblo hacia un programa político-deportivo, ya que desde el CSD y desde algunas autonomías se está desarrollando una política tibia y equivocada -que nada tiene que ver con el programa electoral del PSOE- y que desemboca en un túnel de despropósitos e incapacidad continuada que nos afecta a todos.

Y aunque se levanten voces contra mí, no puedo concluir mi reflexión sin -quizá subjetivamente- afirmar que, mientras tanto, ciertos grupos se disponen a montar -si pueden- en una ciudad importante y querida para mí, un acontecimiento espectacular cuyo costo real es muy superior a los resultados culturales, deportivos, económicos y hasta políticos... dadas las enormes prioridades que tenemos. Si lo uno no alterara lo otro podría hasta admitir aquello de miel sobre hojuelas, pero esto no va a ser así.

Francisco Delgado Ruiz, ex parlamentario, ha sido coordinador federal del Colectivo de Deportes del PSOE.

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