El panorama democristiano
El ingreso en la Unión Europea Democristiana del Partido Demócrata Popular (PDP) que lidera Óscar Alzaga (.. .) constituye un hecho cuyo significado e importancia reales sólo podrán comprobarse en el curso de los próximos años. De momento, no es aventurado señalar que la incorporación del PDP a la Internacional de la Democracia Cristiana supone la consolidación de su imagen como partido con personalidad definida.La Democracia Cristiana no tuvo en la España de los primeros comicios democráticos el auge que algunos habían previsto ( ... ). En primer lugar, el paso de los años y las tendencias que habían aparecido en la Iglesia con el Concilio Vaticano II habían minado la convicción de que los católicos debían tener su partido. En segundo término, la confesionalidad del Estado en la España de Franco y la tendencia de la Iglesia española en los años anteriores a tomar sus distancias respecto del Estado indujo a la jerarquía católica a no propiciar el equipo democristiano que encabezaban los señores Gil Robles y Ruiz-Giménez. Y fue, en definitiva, UCD la que, en general, captó ese voto.
Tras la práctica desaparición de UCD, tres formaciones de carácter democristiano subsisten en España. El Partido Nacionalista Vasco domina en la comunidad autónoma, a la que imprime su sello; la Unió Democrática de Catalunya, fundada antes de la guerra civil y que supo sostener posiciones propias en medio de las dificultades, ha encontrado en la coalición con Convergència Democrática la mejor vía de subsistencia, primero, tras diversas tensiones y divisiones internas, y de expansión, finalmente ( ... ).
Y finalmente está el PDP, surgido de UCD y coligado con Alianza Popular, trasvase del sector más confesional de Unión de Centro Democrático a la Coalición Popular: la antigua derecha del centro se ha convertido en el centro de la nueva derecha.
Significativamente, Unió Democrática se ha abstenido en la votación para la aceptación del PDP en el seno de la Internacional Democristiana, mientras que el PNV ha votado en contra. La diferencia parece significar, por lo pronto, que, mientras Unió no ve obstáculo en la existencia del PDP, el PNV lo considera un adversario. Cabe imaginar que por parte del PDP no habría pretensión de disputar a Unió el terreno democristiano en Cataluña, con lo que no habría mayor inconveniente a la pertenencia de los tres partidos como un equipo único en el seno de la Internacional, como dicen los reglamentos de ésta.
El PNV, sin embargo, no sólo se opuso en la votación, sino que se dispone a pedir la reforma de los estatutos de la Unión Europea Democristiana. No quiere el PNV compartir la representación internacional con el PDP. Se opone igualmente a que el PDP esté "en dos sitios a la vez", puesto que pertenece también a la Internacional Conservadora. Pero sobre todo ve con recelo la implantación estatal del PDP, que puede disputarle terreno, siquiera sea marginalmente, en el País Vasco
Barcelona, 16 de mayo
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