Según Solana, hacer rentable el diario habría costado 5.000 millones de pesetas

F. O.El ministro de Cultura, Javier Solana, anunció anoche que el Gobierno había obrado sensatamente en el cierre del diario Pueblo, ya que la rentabilidad de dicho periódico suponía invertir unos 5.000 millones de pesetas, cantidad que el Gobierno considera excesiva. Solana dijo que, con esta decisión y la enajenación de los periódicos Alerta y Baleares, se cerraba un proceso histórico de liquidación de la Prensa. pública del franquismo.

Según el ministro de Cultura, en los últimos meses se habían encargado trabajos a diferentes empresas, entre ellas la auditora Arthur Andersen, sobre la rentabilidad de Pueblo, sin que ninguno de ellos satisficiera al Gobierno, ya que la inversión para poner a flote el periódico superaba todas las previsiones. Por ello, según Solana, se decidió por el cierre, ya que el regimen especial al que se acogía Pueblo impedía la subasta o la enajenación a empresas privadas. En este sentido, señaló que los bienes del periódico, incluido el edificio y la maquinaria, pasarán al patrimonio sindical acumulado.

En cuanto al personal, el ministro indicó que se acogerán a las mismas condiciones que el resto de los trabajadores de los Medios de Comunicación Social del Estado (MCSE), cuyo organismo autónomo se disuelve esta medianoche.

Anunció Solana que el edificio central de los Medios de Comunicación Social del Estado, sito en el paseo de la Castellana, de Madrid, será transferido probablemente a la comunidad autónima de esta región. También dijo que el Patrimonio del Estado había ingresado con esta operación de enajenación de medios de comunicación un total de 3.500 millones, que esperaba que se incrementara hasta 4.000 millones una vez concluya sus trabajos la comisión liquidadora.

Opinan los trabajadores

Tras conocer la decisión de cierre, los trabajadores de Pueblo hicieron público un comunicado en el que lamentan "no haber podido superar los obstáculos que el poder político ha impuesto" en la larga vida de este rotativo, "que había nacido durante la dictadura para defender el sindicalismo corporativo y que conoció en el año 1976 una explosión democrática, a partir de la cual sirvió fielmente durante algunos años a la transición".

"Sin embargo, Gobierno tras Gobierno, desde el primero de Suárez hasta el actual de Felipe González, han tenido una postura meramente instrumental", añaden los trabajadores. "La línea editorial e informativa ha servido en muchas ocasiones a los intereses de los responsables políticos de turno, impidiendo la que creemos que es núsión fundamental de un periódico: la información crítica de la cosa pública". Los trabajadores del rotativo se han referido también al hecho de que "en los últimos años Pueblo había perdido el tren de la modernización tecnológica".

Portavoces del comité de empresa indicaron a Europa Press que el director del periódico, José Antonio Gurriaran, se negó a insertar este comunicado de los trabajadores en el número de hoy, último que publica Pueblo.