Arzallus admite en su despedida de la vida pública las diferencias que le separan de Garaikoetxea
Xabier Arzallus, ex presidente del Consejo Nacional del PNV a partir de hoy, reconoció ayer, durante una conferencia de prensa con sabor a despedida, sus diferencias con el presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea. Refiriéndose precisamente a una de ellas, insinuó que la dependencia del lendakari hacia el partido volverá a ser la norma imperante. Arzallus afirmó también que todos los cargos públicos "deben estar sometidos a la disciplina del partido".
Xabier Arzallus intentó restar importancia a las diferencias suscitadas en el seno del partido que él ha dirigido durante los últimos, cuatro años. El hasta ahora presidente del PNV no quiso pronunciarse ante problemas tan vidriosos como la existencia de dos candidaturas a la presidencia del PNV en Vizcaya o las medidas de sanción que se les puedan aplicar a los dirigentes de la organización nacionalista en Navarra por no haber seguido las directrices que marcó el Consejo Nacional respecto a los pactos con Coalición Popular en esa comunidad. La negativa de los navarros impidió formar un Gobierno autónomo de centro-derecha, en el que iba a participar Coalición Popular, lo que dio paso a un Gabinete socialista.
"Información falsa y mendaz"
Xabier Arzallus, no obstante, arremetió ayer contra la televisión autónoma vasca por el distinto tratamiento que, en su opinión, está dando a los dos candidatos a la presidencia del PNV en Vizcaya: "He sentido que un medio de comunicación público como la ETB (Televisión Vasca), no me meto con los privados, lanzara una información falsa y mendaz, evidentemente intencionada, y éste es un medio que pagamos todos".Volvió a decir que en las diferencias mantenidas con Carlos Garaikoetxea se ha "hinchado mucho el globo" en la Prensa. Luego, precisé que él no había formado parte de ninguna maniobra de intoxicación y, como prueba más palpable, señalaba que "ninguno de vosotros ha podido decir de mí nunca que os haya dado un telefonazo".
El hecho de que las diferencias internas hayan saltado a la palestra no le ha gustado a Xabier Arzallus. Sin embargo, reconocía que la estructura del partido precisa de una "regulación mínima" más adecuada a las necesidades de 1984. Al referirse a las tendencias no mostró objeción alguna ante la posibilidad de que vuelvan a ingresaren la organización los nacionalistas del sector sabiniano (que se consideran fieles seguidores de las ideas de Sabino Arana, fundador del partido), expulsados en 1980. "El que quiera entrar, puede volver; pero esa es una decisión que le corresponde a cada organización municipal", dijo Arzallus.
Fue más desenvuelto al criticar el desarrollo estatutario. "Desde la marcha de Suárez", dijo, "el Estatuto está como estaba, parado, y considero que es muy grave, porque se trata de desarrollar una ley". En este sentido, la restauración de los conciertos económicos, cuya negociación supuso 14 meses de encuentros, y 300 horas de intercambio de impresiones en el último tramo, fue el logro más importante de la primera legislatura del Gobierno vasco para Arzallus.
Convencido de que deja la dirección del partido en Vizcaya en buenas manos, puesto que da por segura la victoria de Michel Unzueta, al que apoya, Arzallus comentó que tras las elecciones internas de su partido se irá a Londres a perfeccionar el inglés durante dos meses. Luego, quizás se reincorpore a la plantilla del profesorado de la facultad de Derecho, en Deusto o tome las riendas del despacho que abandonó en 1976. Arzallus insistió en negar que vaya a dirigir la política del PNV desde alguna trastienda, para asegurar que "voy a seguir en la actividad política, pero sin cargos públicos".
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