_
_
_
_
_
GENTE

Marcelino Oreja,

elegido ayer secretario general del Consejo de Europa, ha demostrado que no siempre el paso del tiempo hace perder las buenas costumbres. Si ya cuando fue designado para una cartera ministerial la primera llamada fue para, decir "Mamá, me han hecho ministro", ayer repitió la escena, y, escapándose por un pasillo, tras una conferencia de prensa, confesó: "Yo lo primero que tengo que hacer es telefonear a mi madre". Luego se percató de que, a lo mejor, tenía que comunicarle la noticia a alguien más, y añádió: "Voy a llamar también al presidente".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_