La banca internacional busca soluciones a la crisis de pagos

Representantes de 20 bancos centrales, agencias monetarias internacionales y banca comercial iniciaron ayer en Nueva York una reunión de trabajo en busca de soluciones a largo, plazo para la crisis mundial de pagos, tema que será también tratado en profundidad en la próxima cumbre de los siete países industriales del mundo occidental, que tendrá lugar en Londres durante el mes de junio.

Las conversaciones se producen en un momento de creciente ansiedad sobre la viabilidad de las medidas de austeridad económica que el Fondo Monetario Internacional (FMI) está imponiendo a los países en vías de desarrollo, fuertemente endeudados en su mayoría, a cambio de ayuda financiera de la agencia. Disturbios recientes a consecuencia de las imposiciones del FMI han causado la muerte de 55 personas en la República Dominicana. El miedo de la banca privada mundial se centra ahora mismo en las posibilidades de que Argentina consiga un acuerdo de reestructuración de su deuda externa con el Fondo, así como en la operatividad de los paquetes de ayuda a corto plazo que actualmente se negocian para muchas naciones del continente suramericano.La reunión de Nueva York, aplazada en varias ocasiones, ha sido convocada con aires de urgencia tras la alarma que están produciendo la nueva escalada de los tipos de interés en los EE UU. Henry Kaufman, el influyente economista de Wall Street, ha advertido que si no se produce una pronta reducción del déficit presupuestario norteamericano, los tipos de interés se pueden disparar al alza. Paul Volcker, presidente del Banco de la Reserva Federal norteamericano, ha añadido por su parte que si los tipos de interés internacionales aumentan en un 1%, la deuda de los países en vías de desarrollo aumentará automáticamente en 3.500 millones de dólares, unos 525.000 millones de pesetas, a añadir a los más de 700.000 millones de dólares que colectivamente deben las naciones endeudadas.

Conferencia mundial

Los poderes fácticos de la política económica norteamericana se muestran divididos sobre la conveniencia de diseñar una estrategia a largo plazo para la solución global de la crisis de pagos o continuar con la política de acercamiento caso por caso que actualmente desarrolla el Departamento del Tesoro norteamericano. Para Donald Regan, secretario del Tesoro de los EE UU, es urgente la convocatoria de una conferencia monetaria mundial, teniendo en cuenta que la recuperación económica global tardará años en ser una realidad.Una conferencia de este tipo debería debatir las siguientes cuestiones, en opinión de los banqueros reunidos en Nueva York:

- Fijar un limite para los tipos de interés que gravan los créditos bancarios concedidos a los países endeudados.

- Fijación de unas cantidades anuales de amortización de deuda, sin límite temporal, relacionadas directamente con un determinado porcentaje del PNB de cada país endeudado.

- Capitalización de los intereses pactados y que excedan del límite establecido de acuerdo con el primer principio.

- Concesión de mayor ayuda financiera por parte del FMI y del Banco Mundial.

- Mayor papel en la crisis del Banco Mundial, permitiéndole ofrecer ayudas a medio plazo para equilibrar las balanzas de pagos de países que acepten los programas de austeridad del FMI.