Menotti acusa al Athlétic de no querer jugar
César Menotti apareció ante los medios informativos con escasas ganas de filosofar. Sus frases justificativas de la derrota fueron monocordes. "No ha habido partido. Sólo diez querían jugar y así no se puede hacer nada. Esto hace mucho daño al fútbol". Javier Clemente sí quiso hablar. El técnico vasco -Liga y Copa este año- dijo: "Hemos demostrado dos cosas. La primera, que somos mejores que ellos. La segunda, que no saben perder". Clemente aludió a la objetividad de toda la prensa, "la catalana, la bilbaína y la madrileña. Tenéis que contar lo que habéis visto. Esto ha sido una vergüenza. Decidlo con objetividad".Menotti inistió, en su corta intervención, en lo "lamentable de la final. El fútbol así se muere. El Bilbao tiene equipo para jugar de otra manera. Una cosa es conservar un gol y otra no jugar". .
Clemente se mostró durísinio: "Estoy feliz por el triunfo, pero más porque, al fin, a los ojos de todo el mundo, han quedado muchas cosas claras. Si se sanciona a un jugador con 20 encuentros por agresión en un partido, decidme que deberían hacer tras lo de hoy. El partido en sí ha sido duro, viril. Lo intolerable es lo de ese jugador que ha provocado toda la tangana. Ya está bien de que se despilfarren millones y millones en personas que no demuestran educación. Hay que acabar con este tipo de gente. Y la prensa seria puede y debe hacerlo. Sería mucho más beneficioso que invirtieran en gente de la cantera, como Carrasco, un ejemplo de deportividad. El único que ha sabido perder y nos ha felicitado. Y es catalán". Clemente terminó en plan filósofo: "La historia hace historia y la gente de raza prevalece".
El presidente del Barcelona, Josep Lluis Núñez, con problemas, según se señaló, en un rifión que le impidieron asistir a una comida oficial al mediodía, se limitó, a exclamar: "Lamentable". La misma calificación fue utilizada por Pedro Aurtenetxe.
Fiesta en Bilbao
Media hora después de terminar la final, el Arenal, punto de cita por antonomasia de los alirones vizcaínos, estaba casi vacío. Parecía cierto que todo Bilbao se había desplazado por entero a Madrid, según informa Gorka Reizábal. Poquito a poco, la retaguardia rojiblanca se fue desperezando. Las bocinas se fueron imponiendo y mientras el chirimiri se convertía en oportuno invitado, para demostrar que el auténtico agua de Bilbao es él, el personal se agolpó en torno a un león africano de verdad, que una entidad de ahorro ha alquilado para pasearlo por las calles de la ciudad y, dicen, que colocarlo mañana en la gabarra. Ajeno a la movida el león estaba tuambado como si la cosa no fuera con él.
Y ahora, cuando continúa la infinita novena a San Mamés, iniciada en Valencia, continuada aquí hace una semana y que promete un apoteósico final mañana, todos sueñan con el triplete, aunque la Copa de la Liga sea una competición devaluada y sin internacionales.
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