Agricultura abrió expediente de posible mejora de explotación agraria a 170.000 hectáreas en 1983

Los técnicos del Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) visitaron durante 1983 un total de 270 fincas, con una superficie superior a las 170.000 hectáreas, a las que se abrió expediente, exigiendo que se pongan en marcha mejoras que hagan cumplir la función social de la propiedad, según manifestaron el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Carlos Romero, y el presidente del IRYDA, Francisco Botella, en el transcurso de una conferencia de prensa para dar cuenta de las actuaciones del instituto a lo largo del año pasado. El IRYDA dispuso del 99,6% del presupuesto realmente utilizable.La actuación del IRYDA en lo que se refiere a redistribución y movilización de recursos no utilizados se está llevando a cabo de forma muy selectiva, y en el pasado ejercicio se procedió a actualizar la información disponible y a relanzar una serie de diligencias previas que se quieren intensificar en el futuro. De esta forma, los técnicos del instituto visitaron 270 fincas - 170.000 hectáreas-, a las que se les abrió expediente para exigirles mejoras. A lo largo del pasado año, el IRYDA cursó informes de obligatoriedad de realización de planes de explotación y mejora a 17 fincas, con una superficie de 5.600 hectáreas, claramente mejorables.

El agua como bien escaso

El IRYDA, al margen de su actividad de reforma de estructuras por la vía de la aplicación de la ley de fincas manifiestamente mejorables, propició durante 1983 la creación de 890 explotaciones familiares y relanzó la concentración parcelaria, que afectó el año pasado a 110.000 hectáreas, mientras que un año antes la cifra fue de 90.000 hectáreas. Las previsiones para este año se cifran en que la concentración parcelaria afecte a 140.000 hectáreas, entre nueva ordenación y reordenación de parcelas ya concentradas, y que las explotaciones familiares propiciadas por el instituto sean 1.560 y 60 de carácter asociativo.El reconocimiento de que el agua es un bien fisico escaso, y por tanto que debe ser conservado y defendido, constituye la idea básica de la actuación del IRYDA en materia de regadíos. Se trata de racionalizar los regadíos y promover el ahorro en el consumo de agua. Para ello se trata de compatibilizar el desarrollo de nuevas zonas regables con la conservación del agua y el aprovechamiento conjunto de aguas superficiales y subterráneas.

La acciones del IRYDA se centran en la optimización de las zonas regIbles, la impermeabilización y acondicionamiento de canales y acequias -lo que favorece, indirectamente, la creación de empleos en las zonas agrarias másdeprimidas de la agricultura española-, la reutilización de las aguas residuales de las zonas urbanas de menos de 100.000 habitantes y la acometida de terminación de obras ya comenzadas y atrasadas.

Agricultura, junto a los programas de nuevas explotaciones familiares y el asentamiento de jóvenes agricultores, desarrollará a lo largo de este año programas, piloto de jubilación anticipada.