Renfe, aunque rebajo el déficit, costó al Estado 159.810 millones de pesetas en el ejercicio 1983

Renfe costó al Estado 159.810 millones de pesetas en el pasado ejercicio 1983, lo que representa 13.283 millones menos respecto al déficit contemplado en el contrato-programa de la compañía y que elevaba las pérdidas previstas a 173.093 millones de pesetas. Es la primera vez en la historia de Renfe que los resultados obtenidos mejoran las previsiones iniciales. Según Ramón Boixados, presidente de la compañía, para cubrir el déficit sería necesario aumentar las tarifas un 38% aproximadamente, aunque eso no significaría tampoco que el Estado tuviera que dejar de efectuar compensaciones para cubrir aquellos servicios considerados como dé interés social.

Boixados señaló ayer que estos resultados responden a los esfuerzos emprendidos en la mejora de la gestión de la red, que ha conseguido unos ingresos totales de 119.585 millones de pesetas, entre los que destacan 42.228 millones correspondientes al tráfico de viajeros, y 41.747 millones, al de mercancías. En conjunto, los ingresos obtenidos han superado en 3.646 millones los previstos en el contrato-programa.En este capítulo, según el presidente de la compañía, resaltan el incremento del 10% en pesetas y del 3% en número de personas en el tráfico de -viajeros respecto al ejercicio anterior, así como el aumento del 7,3% en pesetas y del 1% en toneladas en el tráfico de mercancías. Boixados otorgó gran importancia a este último punto, ya que en los últimos ejercicios este tipo de tráfico había venido sufriendo fuertes retrocesos. Las compensaciones recibidas del Estado, por su parte, ascendieron a 65.037 millones de pesetas, 124 millones más que los previstos en el contrato-programa.

En el capítulo de gastos, que ascendió a 230.603 millones de pesetas, se registró una mejora de 4.123 millones, sobre los previstos, gracias a una mejor gestión de suministros y mayor rigor en la contratación. Las amortizaciones se situaron en 16.395 millones de pesetas. De esta forma, los resultados, de gestión fueron de 41.858 millones de pesetas de pérdidas, frente a los 49.751 millones previstos.

"En 1982, con una subida salarial del 9%, según el convenio, los gastos salariales experimentaron un aumento del 19%", señaló el presidente de Renfe. "Por el contrario, en 1983, con un convenio que contempló una subida salarial del 11 %, los gastos sólo han registrado un incremento del 8,8%. Ello gracias, fundamentalmente, a la reducción de horas extraordinarias. En total, la contención salarial representó 698 millones de pesetas sobre el ejercicio anterior".

Por su parte, los gastos de financiación (interés de los créditos solicitados en los mercados financieros nacionales, e internacionales) se situaron en 50.415 millones de pesetas, con una mejora de 4.475 millones sobre los resultados contenidos en el contrato-programa.

La deuda del Estado

El presupuesto de inversiones de Renfe a lo largo del pasado ejercicio alcanzó 107.045,5 millones de pesetas, de los que 25.650,5 millones corresponden a aportaciones del Estado (24%); 16.395 millones (15%), a fondos autogenerados y 65.000 millones (61%), a recursos ajenos (20.000 millones de pesetas de créditos nacionales y 45.000 millones de préstamos internacionales). Boixados puso de manifiesto que la deuda del Estado con Renfe ascendía al cierre del ejercicio a 121.187 millones de pesetas.

Por otra parte, Boixados informó que, dentro de su política de contención de gastos, Renfe va a suprimir, a partir del próximo 1 de mayo, la subvención a los comedores de los empleados (250 millones de pesetas) y los viajes gratis para los empleados en días punta. También se aplicará la normativa en la clasificación de estaciones, se cerrarán algunos economatos, se actualizarán los alquileres de las viviendas de la compañía y, a partir del 1 de junio, los empleados de las oficinas de atención directa al público trabajarán en régimen de jornada' partida y se aplicará lo estipulado en el Estatuto de los Trabajadores a la actividad sindical.