Problemas de los escolares
Le escribimos esta carta para comunicarle nuestras necesidades y para que logre entendernos. Uno de los motivos son los exámenes. La base de la educación es milenaria, decadente, sectaria e injusta. Uno de estos exámenes puede destrozar la vida de un niño, dividiéndole en inteligente o torpe, aprobado o suspenso. El rigor con que se llevan los exámenes es aplastante, y esto tiene que cesar. El aprobar o suspender puede depender del estado moral y físico del profesor.Otra reclamación se basa en la forma de calificar. ¿Por qué es la nota media cinco? Ya que la capacidad de estudiar no es la misma, habría que hacer una prueba individual para averiguar la barrera entre el suspenso o aprobado.
Otra cosa que nos indigna es que se proyecten y se discutan leyes que nos incumben sin tener en cuenta nuestra opinión, que a la hora de la verdad es la que debería importar. Juegan con nosotros como si no fuéramos nadie, como si no existiéramos, y no es así, sino todo lo contrario. El artículo 27 de la Constitución, apartado 5, dice: "Los poderes públicos, etcétera, mediante una programación, generalmente con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros docentes"; esto no quiere decir una mínima participación a nivel de centro, porque ahí poco o nada se puede hacer. Pedimos que se nos consulte a la hora de hacer leyes que nos incumban y tener un sitio donde plantear nuestras reclamaciones, como todo el mundo tiene y nosotros no tenemos; pero, según lo que dice el artículo 14 de la Constitución, "los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social". Esto nos iguala ante la ley y ante la demás gente; por eso tenemos derecho a nuestra representación en el Congreso o en el Ministerio de Educación y Ciencia, con representantes de nuestra edad.
Creemos que con estas reformas subiría el nivel cultural y descendería el fracaso escolar, porque el fracaso escolar es consecuencia de lo expuesto hasta ahora, condicionando el comportamiento psicológico, causando marginación. /
y 278 firmas más. Alumnos del colegio Santa Teresa. Alcorcón (Madrid).
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