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El milagro, del fútbol danés

Con sus 4.750.000 habitantes, Dinamarca apenas alcanza la población de la provincia de Madrid o de Barcelona. Es, con gran diferencia, el benjamín de los ocho países clasificados para la Eurocopa de naciones, que se jugará próximamente en Francia. En el camino eliminó a Inglaterra (sólo los daneses lograron batir al meta inglés), Hungría (que derrotó a España en Cádiz) y Grecia. Según Erik Hyldstrup, secretario general de la Federación Danesa durante los últimos 30 años, el milagro danés se debe fundamentalmente al trabajo del seleccionador, a unas reformas en la infraestructura del fútbol danés, y a una plantilla que rebosa talento.

Algunos de los hombres del técnico Josep Piontek, como Allan Simonsen, Frank Arnesen y John Lauridsen, no necesitan presentación para el aficionado español. Precisamente este éxodo de jugadores al fútbol extranjero ha sido, históricamente, el mayor obstáculo para el trabajo del seleccionador danés. Desde que Nils Middelboe hizo las maletas, en 1913, para enrolarse en las filas del Chelsea inglés, 285 jugadores -123 de ellos durante la última década- han abandonado el país para buscar fama y fortuna en el fútbol profesional europeo. No es de extrañar que la actual plantilla incluya a sólo cuatro jugadores de casa: el repatriado Allan Simonsen, y los tres porteros Ole Kjaer (Esbjerg), Ole Qvist (KB Copenhagen) y Troels Rasmussen (AGF Aarhus). Los demás están repartidos por toda la geografía europea, y sólo se ven un par de días antes de cada compromiso. En la defensa suelen jugar Morten Olsen (Anderlecht), Ole Rasmussen (Herta Berlin), Soren Busk .(Gent), Ivan Nielsen (Feyenoord) y Jan Mo1by (Ajax). En el centro del campo se reúnen Frank Arnesen (Anderlecht), Jens Jorn Bertelsen (Seraing), John Lauridsen (Español), Soren Lerby (Bayern Munich), y Per Frimann (Anderlecht) junto a Allan Simonsen (Vejle). Y en el ataque multinacional alternan Jesper Olsen (Ajax), Preben Elkjaer (Lokeren), Klaus Berggreen (Písa), Kenneth Brylle (Anderlecht), Michael Manniche (Benfica) y Michael Laudrup (Juventus cedido al Lazio).

El mérito de Piontek

Piontek ha conseguido un gran equilibrio entre hombres experimentados (como el capitán Morten Olsen, con 34 años, y 59 partidos internacionales) y jóvenes como el delantero Laudrup (19 años) que ha marcado nueve goles en ocho partidos. Uno de los mayores problemas para Piontek es precisamente la gran riqueza de talento a su disposición, hasta el extremo de que, para el partído contra Grecia en Atenas -donde Dinamarca aseguró su clasificación con un 0-2-, Arnesen, Lauridsen, Molby y Laudrup estuvieron en el banquillo.

Gran parte del éxito, por lo tanto, se debe al técnico Josep Sepp Piontek, elegido entrenador de 1983 por la revista británica World Soccer. Piontek pasa gran parte de su vida fumando tranquilamente en pipa y dista mucho de la imagen popular del entrenador de infarto. Su historia produce sobresaltos. Piontek nació hace 44 años en la ciudad de Breslau (actualmente Wroclaw, en territorio polaco) y como lateral derecho llegó a jugar seis partidos con la selección de la República Federal de Alemania (RFA). Estuvo en el Werder Bremen, desde 1960 hasta 1971, cuando insalvables problemas en una rodilla le obligaron a colgar las botas.

Entre 1972 y 1976 entrenó sin éxito al Werder Bremen y al Fortuna Dusseldorf. Amargado tras su cese en el Fortuna, Piontek decidió abandonar la RFA y se fue a ¡Haití! para hacerse cargo de la selección. En 1978 regresó con muchas historias pintorescas, haciendo escala en Florida, donde se construyó una casa que utiliza ahora para esconderse. Reapareció en julio de 1979, como seleccionador danés, sistituyendo a Kurt Nielsen.

Al término de su contrato había fracasado en su intento de clasificar a Dinamarca para el Mundial de España. Pero los dirigentes del fútbol danés reconocieron el valor de su trabajo y le ofrecieron un nuevo contrato de tres años. "Su mayor acierto", afirma la figura del equipo Jesper Olsen, "ha sido imponer una seriedad muy profesional dentro de la plantilla e inspirar un nuevo sentido de ambición colectiva. Ahora todos juegan para el equipo".

"Ahora tenemos una plantilla de 20 excelentes jugadores", añade el ariete del Lokeren, Preben Elkjaer. "Es el mejor equipo danés que yo he conocido, y Piontek debe apuntarse una gran parte del éxito. Es un gran profesional, le gusta la disciplina, pero ante todo es un ser humano que comprende a sus jugadores".

Los dirigentes han jugado un gran papel en esta revolución y boom danés. En los últimos años, se han reformado las infraestructuras del deporte y se han asentado los cimientos del éxito actual. Para empezar, en 1971, la DBU permitió, por primera vez, que los emigrantes profesionales representasen a la selección de un país donde el fútbol era estrictamente amateur. Y en 1978 se dio el gran paso y se estableció el fútbol profesional. "Ha sido un paso decisivo", afirma Piontek, "pues hasta hace muy' pocos años los daneses que fichaban por equipos extranjeros necesitaban por lo menos un año para adaptarse a las exigencias del fútbol profesional. Ahora se integran rápidamente y adquieren experiencia".

La cesión de jugadores

Simultáneamente, la DBU aprobó una medida fundamental para el éxito actual. "El problema que siempre teníamos", explica Erik Hyldstrup, secretario general de la DBU, "era que los clubes extranjeros no querían casi nunca dar permiso a nuestros jugadores para que volviesen para los partidos de la selección. Y esto significaba que el equipo variaba de partido en partido según los antojos de los clubes belgas, holandeses o españoles. Por eso decidimos no entregar el pase internacional de ningún jugador danés si en su contrato no figura una cláusula garantizando la presencia del jugador cuando lo requiere el seleccionador".

Al mismo tiempo, se firmó un acuerdo con las cerveceros de Carlsberg para que la histórica empresa patrocinase a la selección danesa. Esta colaboración significa unos 30 millones de pesetas anuales para el balompié danés. Y gracias a Carlsberg los seleccionados que consiguieron la clasificación para la fase final de la Eurocopa se han ganado unas primas inauditas en la historia del fútbol danés. Las siete actuaciones del españolista John Lauridsen, por ejemplo, le han proporcionado un millón de pesetas. Arconada, Marcos, Maceda y Santillana, con el mismo número de actuaciones, se han embolsado más del doble.

Según Allan Simonsen, el espíritu esencialmente, amateur del Futbolista danés es la clave del despegue internacional del equipo.

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