La política hidráulica
Intentaré ser breve para exponer algunas ideas complementarias a las del artículo de Gabriel Jackson Unas palabras sobre economía, aparecido en EL PAIS del 29 de marzo, especialmente en lo relativo a la política hidráulica.El señor Jackson tiene mucha razón en lo que dice. Y nuestro Gobierno haría bien en escucharlo, por mucho que, quizá, esté ya un poco harto de recibir consejos.
Un plan adecuado de política hidráulica no sólo satisfaría viejas y justas aspiraciones populares, sino que tendría otras consecuencias muy beneficiosas para el país: creación y desarrollo de una tecnología especial en la que, esta vez sí, España podía ocupar un primer puesto como especialista.
Obsérvese hasta qué punto esta tecnología podría ser exportable en un futuro no tan lejano.
Además, el esfuerzo científico no debería hacerse sólo en el terreno de la distribución de las aguas, sino también en el de su tratamiento y conservación.
Es preciso tomar conciencia de la importancia que puede llegar a tener la diferencia entre un país con agua potable y un país en el que el agua no pueda ya beberse.
Otra de las posibilidades que ofrecería el proyecto sería el de invertir racionalmente el dinero que hoy se dedica, la mayor parte de las veces, a paliar miseria sin crear puestos de trabajo. Es evidente que una política hidráulica como la que necesita España exigiría mucha mano de obra. Por último, queda algo, quizá más importante: la posibilidad de reencontrar un objetivo común, una ilusión para todos los españoles.
Una España verde, limpia, feraz y solidaria: ¿no serían estos unos adjetivos muy adecuados para añadir a lo de grande y libre?
El empleo comunitario, la mayor parte de las veces, alimenta sólo frustraciones y humillaciones. Los hombres no sólo nacen para comer, nacen también para crear. El presidente González, que durante su campaña electoral ponía como ejemplo de imaginación las granjas piscícolas, no debería olvidarlo.
Hay muchos españoles esperando un proyecto original, una ilusión concreta. No una utopía. España es un lugar, hasta el presente, geográficamente localizado. Con hombres, con tierra, con agua. /
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