11 niños, heridos al despeñarse un autobús escolar en un pueblo de la provincia de Orense
Once niños de edades comprendidas entre los 7 y los 11 años resultaron heridos ayer, al despeñarse el autocar que los trasladaba desde sus lugares de residencia a la concentración escolar Rodolfo Núñez, de Vilar de Bos, en la provincia de Orense. El parte médico facilitado a media tarde señalaba que todos los escolares se encontraban fuera de peligro.
Ocho de los heridos han quedado internados en la residencia de la Seguridad Social de Orense para ser sometidos a observación, dada la gran excitación y el estado de nervios en que se encontraban algunos. En un caso fue preciso anestesiar a uno de los heridos para darle unos puntos de sutura.El percance pudo tener gravísimas consecuencias, ya que el autobús derrapó en una curva a la entrada de un puente y cayó por un fuerte desnivel. Afortunadamente unos árboles impidieron que se precipitara al río Barxas. Por el momento no se han podido establecer las causas que provocaron el derrape, si bien en el momento del accidente -las 9.30 horas- llovía intensamente en la zona y el pavimento mojado de una carretera de tercer orden, como es la que va de Vilar de Bos a Vilarellos, pudo influir.
No obstante, también llama la atención el hecho de que el vehículo siniestrado, con matrícula OR-9711, tiene más de 20 años, a pesar de lo cual superó la última revisión de Industria, el pasado día 2 de marzo. Se da la circunstancia de que en accidentes similares ocurridos en los últimos años los vehículos escolares implicados siempre eran muy antiguos. En este caso, el autocar, que llevaba 60 niños a bordo, pertenece a la empresa Guerra e iba conducido por Ramón González Barreira, quien resultó fleso.
Alarma en el ministerio
Fuentes del Ministerio de Educación y Ciencia expresaron su alarma ante este nuevo accidente, al mismo tiempo que se hacían eco de la preocupación del propio Gobierno Civil de la provincia ante las circunstancias que rodearon el siniestro, "que pudo haber tenido consecuencias mucho más graves".
Tras ponderar el hecho de que el autobús escolar accidentado tiene una antigüedad superior a los 20 años, 10 más del límite establecido por la actual legislación, el portavoz ministerial se lamentó de que "el Gobierno gallego no haya eximido a los transportistas de la región del cumplimiento de ese y otros aspectos fundamentales de la normativa general sobre seguridad en los autocares destinados al transporte escolar".
Las citadas fuentes se refirieron en concreto a un decreto de la Xunta de Galicia, publicado el pasado día 30 de diciembre, por el que se exime de la obligación de instalar el tacómetro a los autobuses para escolares cuyos desplazamientos diarios no excedan de los 50 kilómetros, "lo que en la práctica significa excluir del cumplimiento de esta normativa a todos los autobuses escolares de la región", afirmaron.
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