Los drusos ganan la última batalla en la capital libanesa

La miniguerra entre milicias musulmanas rivales en el sector occidental de la capital de Líbano finalizó el viernes por la noche, tras dos días de intensos combates, con una victoria de los guerrilleros drusos del Partido Socialista Progresista (PSP), que hicieron fracasar la contraofensiva de los sunitas del movimiento de los nasseristas independientes Morabitun (almorávides).Una calma tensa reinó ayer en Beirut oeste, donde el éxito militar de la milicia drusa, que capitanea Walid Jumblat, causó honda consternacíón entre la mayoría sunita de la población de la ciudad, que se siente amenazada por "unos intrusos llegados de las montañas del Chuf", y hasta el diario musulmán de izquierdas As Safir recordaba ayer en su editorial que "ningún grupo tiene derecho a erigirse en líder e imponer su voluntad a los demás".

Las 48 horas de enfrentamientos concluyeron con la reconquista por los partidarios de Jumblat de todas las sedes y posiciones callejeras -incluido su cuartel general y su emisora de radio- de los nasseristas, operación que, según reconoció el PSP, costó la vida a seis de sus milicianos mientras otros 23 resultaron heridos.