La huelga de funcionarios municipales de Madrid paralizó los servicios administrativos, pero no se notó en la calle

Los servicios administrativos del Ayuntamiento de Madrid quedaron ayer prácticamente paralizados a consecuencia de la huelga convocada por el comité de empresa, como forma de presión para que el equipo de gobierno eleve su oferta de incremento salarial medio del 4,5%. Portavoces del equipo de gobierno evaluaron a primera hora de la tarde en un 46% la participación de los funcionarios en la huelga, en contraste con las cifras facilitadas por el comité de empresa, que sitúan la incidencia del paro en torno al 90%. La huelga de celo anunciada por la Policía Municipal no tuvo apenas consecuencias en el tráfico de la ciudad. Sin embargo, un miembro de este cuerpo fue expedientado por secundar el llamamiento.

La oferta salarial citada se desglosaba en un aumento mínimo del 3% para todos los trabajadores y un 1,5% para las categorías más bajas. El concejal de Régimen Interior y Personal, Juan Lobato, ofreció anoche al comité de empresa otra opción, consistente en un incremento general del 3% y la concesión de dedicación exclusiva a la Policía Municipal, lo que supondría un incremento medio del 8% adicional para este personal, que sumado al 3 % general sitúa el aumento en el 11%.A las 11.30 horas, unos 400 miembros del cuerpo de bomberos, cuya plantilla estaba incluida en su totalidad en el decreto de servicios mínimos, se concentraron en la plaza de la Villa vestidos con su uniforme completo y portando pancartas reivindicativas. Una comisión entregó una carta al alcalde, Enrique Tierno, en la que se protesta por el citado decreto de servicios mínimos. Los autores de la protesta en tienden que incluir en los servicios mínimos al 100% del personal -en este caso, de los departamentos afectados, bomberos y policías- significa, simplemente, la anulación práctica del derecho de huelga, y puede incurrir en inconstitucionalidad. Un portavoz de la Federación de Trabajadores de la Administración Pública de CC OO anunció ayer su intención de interponer recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional en contra de la parte del decretro de servicios mínimos que afecta a Policía Municipal y Bomberos.

A media mañana, los vecinos que intentaban resolver sus problemas en las juntas municipales de distrito se encontraron con un "vuelva usted mañana" como respuesta invariable. En los despachos municipales de la plaza de la Villa únicamente media docena de empleados estaban en sus puestos de trabajo. En lugares bien visibles se habían colocado carteles escritos a mano en los que podía leerse: "Los trabajadores del Ayuntamiento se han visto obligados a ir a la huelga hoy. Disculpen las molestias".

La huelga provocó también la suspensión de las representaciones en el teatro Español y el Centro Cultural de la Villa, ambos de propiedad municipal.

Respecto a la huelga de celo promovida por los sindicatos de la Policía Municipal, ante la imposibilidad de secundar el paro, fuentes sindicales indicaron que durante la jornada de ayer se registraron ciertas congestiones de tráfico en puntos concretos donde hubo policías municipales que secundaron el llamamiento.

Ante la precipitación con que se difundieron las consignas de las organizaciones sindicales, algunos policías interpretaron la huelga de celo como sinónimo de más multas a los automovilistas, como ocurrió en la zona de Carabanchel. En otros distritos los agentes entendieron la convocatoria de forma diametralmente distinta. La grúa municipal retiró, en la mañana de ayer, 85 vehículos, mientras que la cifra habitual por denuncias de los agentes se sitúa en torno a los 130.

Em1o García Horcajo, concejal de Circulación y Transporte, aseguró ayer "que no ha existido huelga de celo de la Policía Municipal" y que las escasas retenciones de tráfico se debieron fundamentalmente a la llovizna sobre la ciudad. José Jiménez Pinto, policía municipal adscrito a la unidad de Mercamadrid, que controló estrictamente la documentación de los camiones que entraban y salían del recinto, fue retirado del servicio por el sargento al mando de la unidad, que abrió un expediente sobre su conducta.

La semana próxima, más huelgas

En la tarde de ayer, un miembro del comité de empresa, integrado por 26 independientes, 25 representantes de CC OO, 16 de UGT, 11 de Fuerza Nacional del Trabajo (FNT) y 4 de la Candidatura Autónoma de Trabajadores (CAT), declaró que "la huelga ha sido un éxito rotundo".Datos del equipo de gobierno municipal señalan, al contrario, que en algunos servicios paró el 79 % de los funcionarios, mientras que en otros la incidencia apenas llegó al 23 %. Juan Lobato declaró ayer por la mañana que la huelga había sido secundada, en conjunto, por el 46 % de los funcionarios, sin contar los sectores afectados por los servicios mínimos, que suponen el 7,81 % de la plantilla.

La segunda fase de la huelga de los funcionarios se celebrará, si no se llega antes a un acuerdo sobre el convenio, el próximo día 28 de marzo. Los dos días anteríores, 26 y 27, irá a la huelga la plantilla de empleados del Servicio Funerario, empresa mixta en la que la participación del Ayuntamiento es mayoritaria. De los 364 empleados de la compañía, 120, más del 30 %, serán los encargados del mantenimiento de los servicios mínimos.