Los ministros de Justicia y de Interior niegan que existan tensiones entre sus departamentos

El presidente del Gobierno, el ministro de Justicia y el ministro del Interior desmintieron ayer la existencía de cualquier tipo de tensiones entre los dos departamentos citados. Ninguno de ellos concedió importancia a la presunta existencia de un fuerte malestar entre los funcionarios de Justicia tras las declaraciones hechas el martes por José Barrionuevo, en el sentido de que algunas reformas legislativas emprendidas por su colega Fernando Ledesma contribuyen a un incremento de la inseguridad ciudadana. Sin embargo, altos cargos del Ministerio de Justicia han mostrado su "malestar" por las declaraciones del ministro del Interior."Amí, desde luego, no me han sentado mal esas declaraciones", dijo ayer Ledesma, poco después de que hubiese finalizado el Consejo de Ministros deliberante, que estuvo dedicado en su mayor parte a estudiar los informes que los titulares de Justicia e Interior aportaron, por separado, con las posibles soluciones para frenar la delincuencia en las ciudades.

Felipe González rechazó la existericia de cualquier tensión entre ambos ministerios, y agregó que comprende que el tema "clivierta" a los medios informativos. "De momento, predomina la solidaridad entre los miembros del Gobierno; no sé si esto seguirá siendo así en el futuro, pero por ahora es lo que hay", dijo el presidente, quien admitió que, "lógicamente, existen sensibilidades diferentes en algunos departamentos. En ningún Gobierno del mundo tienen la misma sensibilidad hacia ciertos temas un ministro de Hacienda y otro de Trabajo, por ejemplo".

Por su parte, Ledesma admitió que será necesaria una modificación de los artículos 503 y 504 de la ley de Enjuiciamiento Criminal, que hacen referencia a la prisión provisional. Pero no consideró necesario introducir ningún cambio en la legislación sobre drogas: "La tenencia para el consumo no constituye delito, y la tenencia para el tráfico sí lo es", se limitó a explicar, mostrandose visiblemente contrariado con la interpretación que se está haciendo de la reforma del Código Penal respecto a la droga. Ledesma subrayó que la reforma se hizo para poner en armonía el código con la jurisprudencia, y agregó que desde 1.982 el Tribunal Supremo viene consideando que la tenencia de una mínima cantidad de droga, dura o blanda, para el consumo, no es delito.

Por su parte, Barrionuevo desmintió, en el Pleno del Congreso de los Diputados, una afirmación del parlamentario del Grupo Popular José María Ruiz Gallardón, que dijo que a veces parece notarse una contradiccion entre las doctrinas del ministro de Justicia y el de Interior en cuanto a la legislación penal de la droga. El titular de Interior replicó inmediatamente que tales contradicciones no se producen, porque yo soy copartícipe de los acuerdos tomados en el Consejo de Ministros".

Posteriormente, el ministro insistió en su mentís a la existencia de cualquier roce con su colega de Justicia.

Pese a todas estas desmentidas, altos funcionarios del Ministerio de Justicia reconocieron ayer que las declaraciones de Barrionuevo sobre la legislación emanada del departamento regentado por Ledesma, así como algunas críticas implícitas vertidas tras la cumbre sobre seguridad ciudadana celebrada el pasado martes en el Ministerio del Interior, han producido "una fuerte sensación de malestar".