El juez especial lamenta no controlar directamente la investigacion

Antonio Moreno, magistrado del juzgado de instrucción número 5 de Sevilla, nombrado juez especial para el sumario del quíntuple crimen de Los Galindos, lamenta no controlar directamente la investigación, "porque los funcionarios policiales encargados, cuyo notable esfuerzo he de destacar, deben de simultanear este asunto, cuyo estudio ha sido a veces ingrato, con otros más ágiles, mas actuales y que requieren, al parecer, una atención quizá prioritaria".En concreto, el juez especial, nombrado en septiembre pasado, afirma que "desconozco por donde se producen las actuales investigaciones y con que intensidad se están practicando", después de señalar que, con el fiscal y el abogado de la única parte personada en el sumario ha valorado los nuevos datos, completado diligencias anteriores y canalizado racionalmente su estudio y la actividad sumarial.

Para Antonio Moreno, que como juez de Marchena, cabecera del partido judicial en el que está enclavado el cortijo de Los Galindos, fue instructor del sumario ya entre 1976 y 1980, el pluriempleo de los policías que llevan la investigación perjudica la celeridad de la misma. "El anhelo de los jueces de contar con una auténtica policía judicial no es ningún capricho, es una necesidad absoluta, aparte de un indiscutible mandato constitucional".

Su nombramiento como juez es pecial, después de su paso por Marchena, Barcelona y Las Palmas, se hizo a propuesta del abogado del conocido abogado sevillano Manuel Toro, que defiende a la familia de uno de los fallecidos, al cual se acusó durante siete años de haber dado muerte a los otras cuatro víctimas y de haberse suicidado o muerto accidentalmente a continuación. "La Audiencia Territorial de Sevilla", estima el juez, "entendió la necesidad de confiar la investigación a una persona que conociera intensamente los hechos y, sin duda, por mi anterior vinculación se me encomendó. Pienso que, con independencia de la persona sobre quien haya recaido, es un hecho importante que tanto la audiencia como el Consejo General del Poder Judicial creyeran en la conveniencia de intensificar el ritmo del sumario y apostaran por incrementar la investigación en la forma en que el asunto merece. Creo que ha sido una respuesta importante a una demanda importante".

En cuanto a la expectación que despertó la exhumación de los cadáveres de las cinco víctimas hace casi 14 meses sobre un pronto esclarecimiento de los hechos, el juez especial señala que "es lógico que un hecho tan inusual y aparatoso como es una la exhumación, en un sumario de unas connotaciones tan particulares, levante gran expectación. Por eso, cuando el juzgado, a instancias de la policía ordenó exhumar los cuerpos, ese mero hecho hizo concebir una razonables esperanzas de que el sumario tocaba felizmente fondo, cuando no hacía más que iniciar una nueva etapa, ciertamente esclarecedora pero no la última, de una investigación que está resultando larga en exceso, pero que siempre debe de merecer la pena".

El llamado informe Frontela es para Antonio Moreno, "aunque aún incompleto, científicamente de valor inestimable y ha superado toda previsión en este aspecto, pero su valor sumarial. dependerá del éxito de la investigación". En este punto, el juez especial estima que el móvil económico "es en el que ciertamente se ha reparado con más vehemencia, como ciertamente leí en EL PAIS en octubre pasado".