Un falso abogado se interesó en el juzgado por el caso del policía José Manuel Castán

Una persona, que se hizo pasar como representante de los abogados de la familia del policía nacional José Manuel Castán, recientemente fallecido, se presentó el pasado jueves en el Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid solicitando información sobre el resultado de la autopsia del cadáver. Estas irregularidades han sido detectadas por la acusación particular del caso, que tiene previsto presentaren los próximos días una denuncia en el Colegio de Abogados de Madrid en la que probablemente se revele el nombre del suplantador.

Al mismo tiempo la policía posee informaciones en el sentido de que el dictamen definitivo del forense puede ser distinto al avance que en su día proporcionó a la autoridad judicial, de manera que el diagnóstico de que Castán falleció de un edema agudo de pulmón podría ser modificado o antepuesto por el de un probable fallo cardiaco.Se da la circunstancia de que Castán, antes de sostener el incidente con los inspectores Amador Miralpeix del Pino, de 35 años, jefe del grupo VI de la Brigada Regional de Policía Judicial, y José Manuel Ortiz Prieto, de 29 años, subordinado del primero, padecía una lesión cardiaca.

Estas informaciones están en poder de determinados funcionarios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid y han sido puestas en conocimiento de los responsables policiales de forma oficiosa. Sin embargo, el director general de la Policía, Rafael del Río, ha preferido esperar a la resolución judicial del caso antes de facilitar cualquier comunicación oficial al respecto.

Difícil caso

Rafael del Río se encuentra ante un difícil caso y está recibiendo presiones de distinto signo. Por un lado, la del propio mando político del Ministerio del Interior, que no quiere verse salpicado en un asunto sobre el que estima que las supuestas responsabilidades de cualquier índole que se deduzcan del caso "no exceden de la propia corporación policial".

Y por otro, los diferentes cuerpos policiales a sus órdenes: la Policía Nacional, que, según sus propias investigaciones, parece inclinada al lado de los familiares de Castán, y los sectores próximos a los funcionarios que supuestamente causaron las lesiones al policía fallecido, que exigen una nota oficial en defensa de éstos.

La nota estuvo redactada el pasado viernes e incluso comenzó a ser comunicada a algunos periódicos, aunque en pleno proceso de difusión hubo una contraorden y se paralizó. Esto ocurrió con EL PAIS, que sólo pudo recibir la mitad del comunicado oficial. En la difusión de la nota están interesados, aunque desde diferentes posiciones, el mando político del Ministerio y los sectores próximos a los funcionarios implicados.

José Manuel Hernádez Rodero, abogado de la familia Castán, sospecha que se están realizando maniobras extrañas, en especial sobre el resultado definitivo de la autopsia, que no se dará a conocer hasta mediados de la semana que entra. Hernández Rodero va a solicitar el dictamen de peritos médicos, entre ellos un patólogo de pulmón, con independencia al informe del forense.

Por otra parte, ayer fueron recibidos por el inspector general de la Policía Nacional, Felix Alcalá-Galiano, los familiares del policía Castán, entre los que se encuentra un teniente retirado y un sargento primero en activo. Esta es la primera vez que un alto cargo del Ministerio del Interior recibe a la familia.

Los familiares del fallecido, según informó su hermana María del Carmeri, solicitaron, cuando aún este se encontraba con vida, dos entrevistas con el director de la Seguridad del Estado y una con el director general de la Policía, sobre las que no obtuvieron respuesta. María del Carmen Castán dijo que Alcalá-Galiano se mostró solidario, les prometió ayuda y les comunicó ayer que, según la información que sobre el caso abrió la Policía Nacional, su hermano no fue culpable de nada. También les recalcó que las investigaciones han demostrado que era una persona correcta, nada violenta y con un limpio historial.