La inhabilitacion del concejal Vallés sitúa en un punto límite la crisis del PSOE en Aragón

La inhabilitación de todos sus cargos políticos de Santiago Vallés, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza y vicepresidente de la Diputación provincial, acordada por las ejecutivas regional del PSOE de Aragón y la federal del partido, ha situado la crisis de los socialistas aragoneses en un punto límite. La ejecutiva federal ha apoyado la petición del comité regional, si bien reconoce que no se ha podido comprobar ninguna de las acusaciones contra Vallés sobre supuestas actuaciones irregulares, y que se le inhabilita de sus cargos en aras a la buena imagen del partido y de las instituciones.La crisis, que en el fondo es una lucha interna entre las familias del PSOE por controlar el ayuntamiento y buscar un sucesor al alcalde Ramón Sáinz de Varanda, entra en una fase de repercusiones imprevisibles y de un claro enfrentamiento entre el grupo municipal y el partido. Ayer se reunieron los concejales socialistas, sin que trascendiera la postura adoptada, que será dada a conocer hoy por el propio alcalde en el transcurso de la celebración de un pleno. Sáinz de Varanda y Vallés declinaron hacer ningún tipo de manifestaciones en tanto no conozcan de forma oficial el acuerdo de la ejecutiva federal. Sin embargo se cree que el alcalde, a quien en último término le corresponde aplicar la decisión del partido, no dará marcha atrás en sus continuas afirmaciones de total apoyo al primer teniente de alcalde, Santiago Vallés.

Como medida más drástica, poco probable, aunque no descartable, se baraja la dimisión de Sáinz de Varanda y de diez concejales, de los 18 con que cuenta el grupo, que firmaron un manifiesto de apoyo al alcalde y al primer teniente de alcalde, al mismo tiempo que criticaban la actitud en el caso del comité regional, y que por estas declaraciones fueron acusados de indisciplina. Si se produjesen estas bajas en el partido, el PSOE no solo perdería la mayoría en el Ayuntamiento de Zaragoza, sino también en la Diputación provincial y en el Parlamento autónomo, donde cuenta con 33 de los 66 escaños, pues Ramón Sáinz de Varanda es también diputado regional.

Santiago Vallés, por su parte, insiste en que no dimitirá de sus cargos: "Es cuestión de conciencia y de moral. Si me quieren quitar competencias tendrá que ser el partido el que tome la decisión".

Lucha por la alcaldía

La enfrentamiento entre distintos sectores del PSOE se centra la lucha por la alcaldía de Zaragoza, ante la posibilidad de que Sainz de Varanda tuviera que abandonar el cargo por motivos de salud. El verano pasado comenzaron a circular rumores de que el estado físico del alcalde era delicado. En el seno del PSOE comenzaron a moverse las piezas del ajedrez buscándole un delfin: parecía lógico que el número dos de la lista, el primer teniente de alcalde, Santiago Vallés, hombre de confianza del alcalde, fuera el sustituto. Su origen modesto, obrero, de profesión fontanero, no gusta a otros sectores más intelectuales del partido, que consideran que la alcaldía de la quinta ciudad española, con cerca de 600.000 habitantes y un presupuesto de 15.000 millones de pesetas, debe ocuparla una persona más "válida y brillante".La publicación el 15 de diciembre en el periódico Heraldo de Aragón de un informe sobre supuestas zonas de sombra en la gestión de los socialistas en las instituciones públicas, concretamente en el ayuntamiento, puso al descubierto la crisis interna. La persona más atacada en este expediente es Santiago Vallés.