Un desequilibrado mantiene secuestrada en la sierra de Almería a una niña de 10 años
María de los Angeles Sánchez Ortega, una niña de 10 años de edad vecina de l2i localidad almeriense de Félix, de unos 4.5% habitantes, se encuentra secuestrada en la sierra de Gador desde el pasado jueves por la tarde. El autor del secuestro es Andrés Durán López, de 40 años y conocido de la familia de la niña, ya que hace dos años trabajó como jornalero en los invernaderos propiedad de Francisco Sánchez, padre de la secuestrada. El motivo del secuestro parece centrarse en cuestiones económicas motivadas a raíz de la relación laboral entre ambos. El secuestrador padece fuertes desequilibrios mentales.
Más de 100 números de la Guardia Civil, dirigidos por el teniente coronel de la comandancia de Almería, realizan batidas por la sierra en busca de la niña, pero las condiciones del terreno -existen numerosas cuevas y se encuentra nevado- dificultan los trabajos. En fuentes oficiosas se da como seguro que el secuestrador y su víctima se encuentran en una de las cuevas existentes en el barranco de Cacín, situado entre los municipios de Fondón y Beires y a casi 2.000 metros de altitud.Ayer, a las 17.00 horas, el gobernador civil de Almería, Tomás Azorín, informó que desde la media tarde del sábado se había perdido la localización exacta de la niña -que ha sido vista en dos ocasiones desde que fue llevada de su casa- y que la Guardia Civil continuaba realizando intensas batidas por toda la zona.
Los hechos se desencadenaron a las 16.30 del jueves, cuando, en el municipio almeriense de El Egido, Andrés Durán disparó dos tiros de escopeta contra Elías Pascual, al parecer por motivos económicos y en un intento de arreglar viejas cuentas. Cuarenta minutos más tarde Andrés Durán se presentó en el cortijo Las Cuatro Puertas, domicilio de Francisco Sánchez, y al encontrarse con que en casa sólo estaba la niña, optó por cogerla, introducirla en un coche Simca 1200 de color azul y dirigirse hacia la carretera de Málaga, en dirección a Almería.
Al emprender la huida, Andrés Durán tiró a los trabajadores de un invernadero una piedra liada en un papel escrito en el que podía leerse textualmente: "Ante la imposibilidad de ver al padre, me llevo a la niña para que vaya a buscarla a la sierra de Gador". Los agricultores creyeron entonces que se trataba de una broma.
Posteriormente, se desvió por un carril que se dirige hacia la sierra de Gador por el camino de Cañuelo, una ruta en malas condiciones para circular con vehículos y que en algunos de sus tramos es rambla (barranco). A causa de las últimas lluvias, el camino se encuentra cortado en las proximidades de la sierra, por lo que el secuestrador y la niña abandonaron el coche y continuaron a pie hasta la sierra.
Desde el momento en que se produjo el secuestro, la niña ha sido vista dos veces. La primera fue el viernes, cuando Andrés Durán y ella pidieron alimentos a un pastor; la segunda, el sábado, cuando un hermano del secuestrador y un oficial de la Guardia Civil se aproximaron a unos 25 metros de donde se encontraba para hablar con él y convencerle de que depusiera su actitud. En un momento determinado de la conversación, Andrés Durán sacó la escopeta y amenazó con dispararles si intentaban acercarse más.
María de los Ángeles se ha puesto en contacto con su familia por medio de una nota escrita y enviada a través de un trabajador de Icona en la que dice: "Papá, ven a buscarme porque lo estoy pasando muy mal". La impresión obtenida por el guardia civil y el hermano del secuestrador después de ver a la niña el sábado es que el miedo de ésta se encuentra atenuado por el hecho de conocer desde que era muy pequeña a su secuestrador.
Durán ha comparecido numerosas veces ante el juzgado por su presunta participación en riñas, amenazas y disputas.
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