El Gobierno francés asegura que los pesqueros españoles cometen o más de siete infracciones diarias

Las autoridades francesas descubrieron en los dos primeros meses de este año una media de más de siete infracciones diarias de pesqueros españoles que faenaban frente a las costas de ese país, según un documento hecho público ayer por el Gabinete del primer ministro francés, Pierre Mauroy. El Gobierno español -dice el informe- fue alertado varias, veces al respecto por el de París, y el pasado 11 de febrero se le advirtió que la reglamentación se aplicaría "con todo rigor".

El documento francés afirma que en 1983 los pesqueros españoles cometieron 1.195 infracciones, y que las tripulaciones llegaron en seis ocasiones a agredir al personal galo encargado de las tareas de vigilancia. Sólo en los dos primeros meses de este año, se comprobaron 432 infracciones más. "Algunos buques embistieron a barcos de pesca franceses para echarlos de los lugares en los que pescaban", señala igualmente.Según el comunicado francés, dos horas mediaron entre los primeros disparos de advertencia contra el Valle de Atxondo y el lanzamiento de dos obuses sin carga explosiva, y cerca de cuatro en el conjunto de los hechos. El primero de los disparos, añade, dio contra el agua, y el segundo "rebotó contra un pórtico en la parte trasera del buque", produciéndose las heridas de los tripulantes por "las astillas de madera y acero".

"El Gobierno francés", dice el informe, "comprende la emoción de la opinión pública española",y "deplora sinceramente las heridas causadas involuntariamente a pescadores españoles". También indica que "es el comportamiento de los propios capitanes de los. buques el que ha puesto en peligro a sus hombres".

Sacrificios comunitarios

Las medidas adoptadas por la Comunidad Económica Europea (CEE) contra la sobrepesca han hecho desaparecer hasta el 80% de la flotilla de puertos franceses como los de La Rochelle, Grimsby y Hull, afirma el documento. El estricto cumplimiento de los acuerdos pesqueros de la CEE de enero de 1983, añade, "representó sacrificios dolorosos" para los pescadores de la Comunidad, que se han visto apartados de sus caladeros tradicionales.El informe señala que los dos arrastreros interceptados por la Marina francesa el 7 de marzo habían cometido ya 26 infracciones uno, y 35 el otro; entre ellas, siete fugas. Ese día, a las 11.30 horas, son localizados el Burgoamendi y el Valle de Atxondo, que carecían de licencias "a causa de sus múltiples infracciones". Una hora después, y cuando los marineros españoles seguían sin responder a los avisos, una tripulación de control trató de subir al Burgoamendi, pero fue lanzada al mar.

Siempre según la versión francesa, a la una de la tarde se lanzan los primeros disparos de amonestación, después de que se hiciera uso también de los gases lacrimógenos. Mientras continúan los avisos a través de señales y de la banda de radio VHF, se dirige un disparo a la proa del Burgoamendi, "después de haber comprobado que ningún miembro de la tripulación se encontraba en la zona apuntada". El arrastrero sigue huyendo. A las 13.50 horas se lanzan los primeros disparos de advertencia alrededor del Valle de Atxondo. El informe del Gobierno de París añade que 35 minutos después los dos arrastreros tratan de abordar al buque de guerra galo. Los barcos huyen luego, y a las 15.35 horas se disparan dos obuses huecos de 100 milímetros a las cercanías del Valle de Atxondo. Finalmente, 10 minutos después se lanzan dos obuses más. Uno de ellos alcanzaría la popa del pesquero.