Egipto quiere una 'paz fría' con Israel, según Shamir
El Gobierno israelí considera que Egipto quiere mantener una paz fría con Israel y rebajar el nivel de sus relaciones con el Estado judío a fin de poder reintegrarse al mundo árabe, después de haber conseguido la readmisión en la familia islámica en la cumbre de Casablanca que comenzó el 16 de enero de este año. El primer ministro, Isaac Shamir, pronunció ayer en la Knesset (Parlamento), la más violenta requisitoria contra el régimen de El Cairo desde la firma del tratado de paz el 26 de marzo de 1979.
Shamir, que contestaba a una interpelación del diputado laborista Haim Bar Lev, subrayó en su discurso, evidentemente muy bien preparado, la cólera de su Gobierno ante las numerosas muestras de que Egipto quiere mantener una actitud de paz fría con Israel, como lo demuestra, por ejemplo, la multiplicación de artículos de Prensa considerados simplemente antisemitas.
A pesar del rotundo desmentido del presidente egipcio, Hosni Mubarak, a esta interpretación de Shamir, éste y su Gobierno han llegado a la conclusión de que, el Gobierno de El Cairo, se aleja paulatinamente de los acuerdos de Camp David, suscritos con el aval e incluso la firma de Estados Unidos, que tenían entonces en la presidencia al demócrata James Carter.
El primer ministro israelí reprochó a Mubarak que encuentre continuamente pretextos para evitar el retorno a Tel Aviv de su embajador. "La actitud de Egipto", dijo Shamir, "pone en cuestión la credibilidad de los acuerdos firmados y los compromisos contraídos por su Gobierno". Y añadió: "La cuestión es si los Estados árabes están maduros para la paz con Israel, para llevar a sus pueblos por el camino de un arreglo pacífico del conflicto con Israel".
El peligro sirio
El discurso de Shamir refleja claramente la amargura de su Gobierno a causa de la abrogación, por parte de Amín Gemayel, del acuerdo de paz entre Líbano e Israel, si bien está directamente dirigido a mostrar la inquietud por la evolución de la política egipcia. Los servicios secretos de Tel Aviv han podido saber que el principal consejero de Mubarak, Osama El Baaz, ha visitado Damasco recientemente, en secreto, y se ha entrevistado con importantes dirigentes sirios. El primer resultado de los encuentros ha sido que, después de años de hostilidad y silencio, el presidente egipcio ha felicitado a su colega sirio, Hafez el Asad, con ocasión de cumplirse el 21º aniversario de la ascensión al poder del Partido Baas.
El acercamiento Siria-Egipto producido en los últimos meses preocupa seriamente a los gobernantes israelíes, sobre todo porque no oculta la intención de llevar a Egipto a seguir el ejemplo libanés y anular los acuerdos de Camp David.
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