El Congreso rechaza, sólo con los votos socialistas, la propuesta de destituir a Calviño

"Como esto es el Congreso de los Diputados y no un juicio sumarísimo ni una escuela de párvulos, yo renuncio al derecho de hablar". Este fue el final de la intervención de Santiago Carrillo en el debate sobre la proposición no de ley por la que se pedía el cese del director general de RTVE, José María Calviño. Gregorio Peces-Barba, presidente de la Cámara, cortó la alocución de Carrillo porque éste había hecho mención al anterior director general del Ente, Robles Piquer. El incidente entre el presidente y el diputado comunista fue el final de un debate tras el que la proposición fue derrotada por 165 votos en contra, 91 a favor y cuatro abstenciones.

Votaron en contra de la moción únicamente los socialistas, mientras los demás grupos lo hicieron a favor, excepto los tres diputados comunistas presentes y el parlamentario del CDS Agustín Rodríguez Sahagún, que se abstuvieron.La proposición no de ley, firmada -por los Grupos Popular, Centrista, Minoría Catalana y Grupo Vasco, era consecuencia de una reunión celebrada por la Junta de Portavoces el 10 de mayo de 1983, en la que por unanimidad de los grupos parlamentario se acordó expresar al Ente Público de RTVE la importancia y conveniencia de que el debate a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado recibiese, si no una cobertura de transmisión en dilecto como solicitaban los grupos firmantes de esta proposición, sí al menos la más amplia y objetiva información televisiva que fuera posible, Gabriel Camuñas, del Grupo, Popular, acusó a Televisión de sectarismo, de empobrecimiento de la información parlamentaria y de tener una situación interna caótica. Luis Ortiz, del Grupo Centrista, insistió en la falta de objetividad y el pluralismo político de la Televisión, así como a la falta de protección a la juventud y a la infancia, y solicitó la destitución de José María Calviño por razones de salud social e informativa.

En nombre de la Minoría Catalana, Josep López de Lerma definió la situación de Radio-Televisión como caracterizada por amiguismo, desinformación, trágala, sectarismo, aburrimiento, manipulación, injerencia gubernamental, polución ideológica, desconcierto, desorden, instrumentalización partidista, caos y frustración. Por el PNV defendió la proposición no de ley la diputada Mercedes Villacián, quien manifestó que tras las denuncias del PSOE en legislaturas anteriores, por un mínimo de coherencia confiaba en que no cayera en los mismos defectos.

El socialista Pedro Bofill se opuso a la proposición no de ley, diciendo que la petición de destitución estaba basada en un hecho concreto mediante el cual se pretendía sustituir las competencias que las leyes otorgan tanto al director general por las juntas de portavoces. Al responder a López de Lerma relató el hecho de que al candidato socialista a presidente a la Generalitat de Cataluña, Raimon Obiols, le obligaron a repetir un programa en TV3 de Cataluña con el argumento de que había mirado fijamente a la cámara, y que había instrucciones de que en tal posición solo podía estar el Rey y el presidente de la Generalitat.

El debate finalizó con la intervención de Santiago Carrillo, que repitió su tesis de que la Televisión se la están repartiendo el partido del Gobierno y la oposición "protocolizada". Al mencionar los antecedentes en la dirección general del Ente de Carlos Robles Piquer surgió el incidente con el presidente del Congreso.