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La lucha política en el PSOE murciano relega el escándalo del soborno a dos periodistas

"El supuesto soborno a dos periodistas no influyó un solo milímetro en mi decisión de dimitir como presidente de la comunidad autónoma". Esta es la postura de Andrés Hernández Ros, secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) murciano, cuyo secretario de finanzas participó en un intento de soborno a dos periodistas del diario La Verdad con la ayuda de dos intermediarios: los subcomisarios de policía Francisco Sánchez Herrera, de 39 años, adscrito al CESID, y José Antonio Asensio Girón, de 47 años, éste último excedente, antiguo jefe de la brigada político social de Murcia, ex jefe de la comisaría de Cartagena y, al parecer, ex director de juego del casino de La Manga del Mar Menor.

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"Para mí este tema es incomprensible", asegura Hernández Ros. "No entiendo absolutamente nada. Desde La Verdad me llamaron, dos días antes de que publicaran el asunto, para que yo acudiera allí, como si esperasen de mí que yo pudiera dar solución al problema de dos de sus redactores, que, según decían, habían recibido un soborno, seguido de unas amenazas por habérselo dicho a su redactor jefe. No sé en absoluto por qué se planteaban las cosas en esos términos".Hernández Ros declara -pese a separar este problema de los motivos de su dimisión- que tomó algun as iniciativas en el tema: envió al fiscal comunicación de que había tenido conocimiento de un intento de soborno en el que aparecía implicado su nombre. "Y después me reuní con algunos compañeros, el día en que se publicó el asunto en la prensa, y le pedí la dimisión al secretario de finanzas, Francisco Serrano. Él la firmó y prácticamente no dijo nada".

El mencionado Francisco Serrano, que unía el cargo de concejal de Parques y Jardines de Murcia al de secretario de finanzas del PSOE, está considerado un hombre de confianza del secretario general del partido, en los ambientes socialistal, murcianos. "Serrano no es persona de quien yo pueda decir que desconfíe", declara Hernández Ros. "No se trata de un hombre demi máxima confianza, pero sí es verdad que está en un segundo escalón. No tengo idea de por qué habrá podido intervenir en esto. No sé si habrá sido engañado, o si ha actuado por su propia voluntad".

"Operación premeditada"

"De lo que estoy seguro es de que se trata de una operación premeditada. Porque además del soborno, alguien ha amenazado de muerte a varios miembros del Consejo de Gobierno. Y esto sí que no lo entiendo. Yo, que he sido presidente de la comunidad autónoma, no tengo escolta; muchos días me voy en bicicleta a mi casa, porque esta es una región tranquila, donde estas cosas pueden hacerse sin que ocurra nada. Entonces, esto de que ahora surjan amenazas, y de que unos periodistas tengan mucho miedo, yo no lo entiendo".

A la pregunta "¿Sugiere usted, entonces, que todo esto ha sido un invento?", Hernández Ros contestó: "No, yo no digo eso. Pero sí que es un asunto premeditado; una chapuza como esta me perjudica a mí más que a nadie. Porque, vamos a suponer que yo hubiera querido montar un soborno: hay 100 maneras de hacerlo más eficaces que ingresar dinero en la cuenta corriente de un periodista y encima dejar las iniciales de quien lo ha hecho; y si esa persona es, además, un policía con 30 años de servicio (José Antonio Asensio), el asunto es aún más inexplicable".

Hernández Ros tiene fama de haber empeñado a la institución autonómica en numerosas iniciativas fracasadas, a lo largo de su gestión. Entre ellas figuran un cier to número de empresas mixtas que no tuvieron éxito alguno, ideas cortadas de raíz desde el Gobierno de Madrid -por ejemplo, un tren aéreo desde Murcia a Molina de Segura: 12 kilómetros- y otra variada colección de desastres que en opinión del presidente dimisionario "son temas viejos, asumidos por todos los que estaban entonces en ello, y que no tienen relación con la crisis actual".

Pugna por la sucesión

El soborno a los dos periodistas del diario La Verdad se encuentra en un segundo plano de las preocupaciones de muchos dirigentes socialistas. Facciones enfrentadas desde hace años, algunas de ellas con una historia de grandes batallas internas, centran ahora sus inquietudes en la lucha por el poder cuyo escenario inmediato será el comité regional del PSOE convocado para el domingo próximo

Una vez comprobado, por la comisión de administración y control del PSOE, que los fondos del soborno no salieron de las arcas del PSOE, la procedencia del dinero vuelve a quedar en la nebulosa.

Para el secretario general, Andrés Hernández Ros, lo que hay que hacer ahora es "prepararse para un debate en profundidad sobre lo que debe ser la política socialista en esta región durante los próximos 10 años". Para ello piensa proponer el domingo un candidato a presidente de la comunidad autónoma, y continuar él mismo al frente del partido, as¡ como convocar un congreso extraordinario, para resolver la división existente en la comisión ejecutiva.

De cara a este congreso, Hernández Ros cree posible que se produzcan resultados diferentes a los que arrojó el voto de la moción de confianza planteada en la ejecutiva regional, unos días antes del soborno. Esa votación fue la siguiente: 11 sufragios a favor de Hernández Ros, ocho en contra y dos abstenciones, entre ellas la suya. "Para el congreso la relación de fuerzas va a ser del 80% contra el 20%, si no me equivoco mucho. Porque los hombres que el otro día pedían mi dimisión no tienen peso en las agrupaciones".

Esto último es relativamente aceptado por dirigentes opuestos a Hernández Ros, como el ex senador Antonio Martínez Ovejero, quien no pudo presentarse a las últimas elecciones legislativas al producirse la coincidencia de que fue sancionado, la víspera de la redacción de las candidaturas, con la suspensión de un año como militante del partido. El sector al que pertenece el ex senador -actual asesor del Ministerio de Transportes y Comunicaciones- considera a Hernández Ros como el hombre que maneja el aparato del PSOE murciano, aunque dice desconocer cuál pueda ser su fuerza real en estos momentos.

Mientras tanto, el soborno está pendiente de resolución y hasta que los tribunales se pronuncien no hay más que decir en el tema, según opina el delegado del Gobierno en esta comunidad autónoma, Eduardo Ferrera. La máxima autoridad gubernativa confirmó la apertura de expedientes administrativos a los dos funcionarios de policía que han participado en el presunto soborno.

Asimismo, el delegado del Gobierno afirmó que ambos funcionarios se encuentran en libertad: "No hay motivos para que las cosas sean de otra manera, mientras no lo decida el juez", y sugirió que se ha exagerado la cueslión de la protección policial a los consejeros amenazados y a los periodistas de La Verdad. "Esto no es Chicago", aseveró.

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