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Un hombre fue herido de un disparo cuando discutíacon un coronel del Ejercito del Aire

Un hombre de 50 años, Tiburcio Gómez Revaliente, resultó herido de carácter menos grave en la tarde del pasado sábado como consecuencia de un disparo que le alcanzó en el glúteo izquierdo cuando discutía con el coronel del Ejército del Aire, Jesús María Alia Muñoz, de 55 años, en las inmediaciones del Gobierno Militar, en el paseo Reina Cristina de Madrid. La discusión se inició cuando el hijo de Tiburcio Gómez fue presuntamente golpeado por el militar por estar sentado sobre el capó de su automóvil. El militar niega esta agresión y afirma que fue víctima de una agresión cuando intentaba impedir que robaran su automóvil.

Los hechos comenzaron sobre las 15 horas del pasado sábado. Según la versión del herido, mecánico de vuelo de la compañía Iberia, su hijo Alfredo, de 14 años, se encontraba en compañía de un compañero, recostado sobre un vehículo, marca Peugeot 505, "cuando un hombre, según parece el propietario del vehículo, sin mediar palabra, le golpeó, le abofeteó y le empujó haciéndole caer. Un autobús tuvo que frenar para no atropellarle".El muchacho, según parece, se marchó del lugar pero volvió a los pocos minutos y quitó el tapón de la válvula de aire de la rueda delantera izquierda, según reconoció el padre, con la intención de deshincharla. "Luego, cuando se encontraba en un salón de Juegos situado allí cerca, se presentaron el que le había abofeteado y un joven, al parecer, su hijo, que tras llamarle maleante y atracador. le dieron una soberana paliza, en especial el joven", manifestó Tiburcio Gómez. "Mi hijo apareció llorando en el bar en el que yo estaba con unos amigos".

Según Tiburcio Gómez, él y un amigo se acercaron a donde debía estar el vehículo pero no lo vieron. Tras encontrarlo y "cuando ya había tomado su matrícula para denunciar al propietario y miraba los datos de la tarjeta de residente colocada en el parabrisas, mi hijo me dijo 'ahí viene' y cuando me volví ví que un hombre me apuntaba con una pistola pequeña y nos ordenaba dirigir nos al Gobierno Militar. Yo le dije que fuéramos a comisaría y él insistió, por lo que empecé a andar. Al volverme sentí un disparo que creí que no me había dado y ví como mi amigo le intentaba arrebatar el arma al propietario del coche. Ante el temor de que se le disparara el arma en la pelea con mi compañero, grité que iríamos donde quisiera".

El herido afirma que vió al hijo del propietario del coche con un arma del calibre 38 en el camino hacia el Gobierno Militar, situado a unas decenas de metros.

Según el militar, caballero mutilado que al parecer presta sus servicios en el Cuartel General del Aire, "yo he sido el que ha denunciado lo! hechos en el Gobierno Militar, la Jurisdicción Central Aérea y el la Comisaría de Policía". Manifestó que "no dí ninguna bofetada a ningún joven, fueron ellos los que me persiguieron cuando cambié el coche de sitio y fueron ellos los que me agredieron al tiempo que pronunciaban palabras ofensivas para el Rey y los militares. Yo no pegué ningún tiro, ni oí ningún disparo".

"Vi que varias personas estaban forzando el coche. Uno se encontraba sobre el capó y otro estaba pegando patadas y forzando las puertas del vehículo. Éste me agredió, por lo que les llevé al Gobierno Militar. Mi arma, que en todo momento llevo encima, no corresponde ni con el calibre ni con las características de la que disparó, según me dijeron luego en comisaría. No sé cuando resultó herido el compañero de mi agresor. No ví nada, ni sentí ningún disparo".

Según informó el gabinete de Prensa de la Jefatura Superior de Policía, el militar declaró haber recibido un puñetazo en el ojo izquierdo cuando se dirigía a su coche que estaba rodeado por varias personas, por lo que extrajo del bólsillo un revólver Rubi extra, del calibre 38 especial, que sólo se limitó a exhibir. El coronel afirmó en comisaría que no vió cómo ni quién disparó.

La Policía encontró en el lugar de los hechos un casquíllo del calibre 7,65 milímetros. El herido, que fue atendido por el personal médico del Gobierno militar y trasladado al Hospital Provincial, donde le atendieron de una herida por arma de fuego con orificio de entrada y salida y un trayecto intraglúteo de 15 centímetros.

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