Escepticismo en la CEE sobre el acuerdo de que la negociación con España finalice en septiembre

La presidencia francesa de la CEE está elaborando un detallado calendario de objetivos de negociación con España y Portugal con una base de partida: el 30 de septiembre han de haber terminado las negociaciones. Ya nadie se opone a esta fecha en la CEE. Y nadie se opone porque casi nadie cree en ella, dada "su falta de realismo". Pero éste es el calendario que deberían aprobar los ministros, primero, y luego, la cumbre europea que se reunirá en Bruselas del 19 al 20 de marzo.Incluso la presidencia francesa, según fuentes comunitarias, considera "absurda" esta fecha del 30 de septiembre. La fecha más realista sería la del 30 de diciembre de 1984, e incluso algunos expertos de la CEE consideran que la negociación podría prolongarse durante los primeros meses de 1985. En algo concuerdan las fuentes, y es en que hay que fijar el 30 de septiembre para que sea posible el 30 de diciembre.

A estas alturas, parece claro que, en lo que a España se refiere, la sesión de negociación a nivel ministerial de junio será crucial para todo el proceso negociador. Se producirá después de las elecciones europeas y antes de la cumbre de París, que podría dirimir sobre algún punto intrincado.

Tal como están las cosas, en junio confluirán la negociación -y posible decisión- sobre el régimen de transición general de la integración del sector agrícola y el período transitorio para el desarme arancelario, a lo que hay que sumar la transición para la libre circulación de trabajadores. Parece inevitable, según las fuentes comunitarias consulta das, que en esa ocasión se negociará todo a la vez, planteándose crudamente el verdadero equilibrio -o desequilibrio- de la adhesión.

Quedan muchos temas y capítulos, con grandes complejida des técnicas, por negociar. En agricultura, la respuesta española a la CEE debería llegar antes de transcurrido el mes de marzo Probablemente, en abril entregue la CEE su declaración sobre el período transitorio para la unión aduanera, es decir, sobre el desarme arancelario francés. La Comisión Europea ha propuesto un descenso arancelario preadhesión. Después hay que negociar asimismo la cláusula de salvaguardia general.

El capítulo de patentes lleva tiempo arrastrándose, pero es posible su conclusión. En cuanto a la pesca, la comisión hará sus propuestas el 15 de marzo y la CEE debería entregar su declaración en abril. Este tema no plantea problemas internos para la CEE, sino que será duro de tragar para España.

Otro asunto espinoso será el del acero y la reestructuración española, "que aún no está clara para la Comisión Europea", según fuentes próximas a esta institución.

Queda, por fin, otro capítulo muy complicado, técnica y políticamente hablando: la definición del régimen de transición en las relaciones entre España y Portugal, y entre estos dos países y Grecia. En la Comisión Europea no se esconden sus dificultades.