Trabajadores de Sagunto retuvieron a un directivo y le forzaron a aceptar la readmisión de 155 despedidos
Más de mil trabajadores de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM), en Puerto de Sagunto, mantuvieron retenido en su despacho) de la factoría, durante varias horas, al jefe de relaciones laborales, Ignacio Beristain, para conseguir la readmisión de los 155 despedidos y la renovación de contrato de los trabajadores eventuales a los que les ha caducado. Si bien Beristain, que consiguió abandonar su despacho sobre las 2.45 de la madrugada de ayer, accedió a las peticiones de los trabajadores, el INI informó posteriormente que el supuesto acuerdo carecía de validez por haber sido conseguido bajo coacción.
Los afectados por los despidos pidieron entrevistarse la tarde del viernes con Ignacio Beristain para tratar asuntos laborales, pero la entrevista se transformó tiempo después en retención del directivo, al condicionar los trabajadores su retirada a la pro esa de la empresa de que serían readmitidos los despedidos o, al menos, del compromiso de incrementar la indemnización por el despido, que se sitúa, según ellos, por debajo de lo que percibe un jubilado según los acuerdos siderúrgicos de 1981. Los 155 trabajadores en cuestión fueron despedidos en virtud de la aprobación de un expediente de regulación de empleo relacionado con el cierre del horno alto número 2, ordenado por la empresa y desobedecido por los trabajadores.Ante el aumento de la tensión originada por el encierro y la actitud desafiante de los concentrados, el presidente del comité de empresa, Miguel Campoy, asumió ante el gobernador civil de la provincia, Eugenio Burriel, el compromiso de salvaguardar la integridad física del jefe laboral, pero agregó que no garantizaba este extremo si aparecía la policía para disolver a los trabajadores. Pasadas las 2.00 de la madrugada, y ante la imposibilidad de encontrar una salida a la tensa situación -que recordaba el día en que José María de Lucía, presidente de AHM no pudo abandonar la factoría porque se lo impidieron los trabajadores, hace ahora un año-, el vicepresidente del INI, Julián García Valverde, autorizó a Beristain para que negociara una solución oportuna y "acabar con el secuestro".
Posteriormente, el comité informó a los concentrados de que la empresa se había plegado a la petición de los despedidos y que el lunes reanudarían su actividad en la factoría hasta tanto se pactase otra salida. Además, los 622 trabajadores eventuales no verían rescindidos sus contratos. De esta forma, se diluyó la inquietud de varias horas y el jefe de relaciones laborales pudo abandonar sin presencia policial la factoría cuando se disolvió la asamblea.
"Solución momentánea"
Según fuentes del comité de empresa y de la coordinadora sindical de la comarca saguntina, "ésta es una pequeña solución momentánea". "Yo creo que no es ningún secuestro", señaló Ángel Olmos, secretario general de CC OO en la comarca, "es un tira y alloja que se mantiene hasta clarificar los conceptos".Fuentes del Ministerio de Industria y Energía señalaron que la acción había sido "un auténtico secuestro" del director del personal hecha con "métodos propios de gánsteres", y reconocieron su autorización para que Ignacio Beristain buscara una salida. Cualquier pretendido pacto arrancado por y con la fuerza se considera nulo, según el ministerio.
El gobernador civil de Valencia, Eugenio Burriel, calificó también de secuestro la acción de los trabajadores. Por su parte, el conseller de Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat valenciana, Segundo Bru, que medió en el conflicto junto con el gobernador, calificó la actuación de delictiva. "Las concesiones no tienen validez, porque fueron verbales", dijo, al tiempo que agregó que ningún juez aceptaría condiciones firmadas bajo amenazas, en caso de que el pacto hubiera sido escrito.
La próxima asamblea será convocada para mañana lunes, ya que realizarla antes se estimó precipitado.
La coordinadora sindical estudió ayer, junto al desenlace de la madrugada, la convocatoria de huelga general para el próximo martes.
Ignacio Beristain fue el responsable de la factoría saguntina que firmó el pasado martes las cartas de despido remitidas a 155 trabajadores de 59 y 60 años. Estos trabajadores no corresponden a los asignados a la plantilla del horno alto 2, cuyo cierre ordenó la empresa.
