David, el 'niño-burbuja' , en estado crítico a las dos semanas de abandonar su aislamiento

David, el niño estadounidense de 12 años que salió hace dos semanas por vez primera de la burbuja estéril en que se encontraba confinado desde su nacimiento, se encuentra en estado crítico, y sus médicos temen incluso que se produzca el fallecimiento en los próximos días, según ha afirmado un portavoz del hospital de Houston (Texas). Se trata de la persona que ha sobrevivido durante más tiempo en estas condiciones.

David, cuyo apellido ha sido mantenido en secreto durante todos estos años, nació con una deficiencia inmunitaria total y vivió en una burbuja estéril hasta el pasado 7 de febrero. Los médicos decidieron sacarle de la burbuja ante el agravamiento de su estado tras sufrir el pasado 20 de octubre un trasplante de médula ósea procedente de su hermana de 15 años. Al parecer, problemas de rechazo al trasplante han hecho que David tenga en la actualidad diversos desórdenes.El niño se encuentra actualmente en una unidad de cuidados intensivos, sometido a transfusiones sanguíneas y tratamiento con antibióticos, pero el agravamiento de su estado en los últimos días, con acumulación de líquido en los pulmones y en la membrana que rodea el corazón, ha llevado el pesimismo al equipo médico que le cuida.

Esperanzas fallidas

El delicado estado de salud de David, conocido como el niño-burbuja, pone por primera vez en situación crítica una experiencia médico-científica que durante 12 años generó grandes esperanzas en los especialistas en inmunología de Baylor College of Medicine. Lo que hasta hace tres meses era la experiencia más importante en la lucha contra la deficiencia en el sistema inmunitario se enfrentó a su reto más importante el 21 de octubre, cuando el doctor William Shearer decidió efectuar un trasplante de médula ósea a David. El trasplante, que no fue dado a conocer hasta el pasado mes de enero, fue valorado por el equipo médico como "muy positivo". Shearer afirmó que David respondía bien al tratamiento y que no se esperaban complicaciones inmediatas. Sin embargo, los médicos del Baylor College empezaron a mostrar cierto pesimismo ante el hecho de que la médula implantada continuaba sin reaccionar y sin producir células nuevas.David había vivido durante 10 años en dos habitaciones estériles del hospital de niños de Houston y otros dos años en una burbuja estéril especial en su propio domicilio.

El trasplante se realizó con toda clase de garantías científicas previas, y la médula fue tratada con anticuerpos monoclonales para evitar el rechazo.

La primera enfermedad

El padecimiento por David de fiebre, diarreas y vómitos durante los primeros días de febrero -la primera enfermedad que sufría el niño en su vida- hicieron que el pasado día 7 los doctores decidieran sacarle de su atmósfera estéril para poder proceder a su tratamiento. El contacto directo de David con el exterior ya no le permitirá volver nunca más a sus antiguas habitaciones, que ahora ya no le servirían para nada. La decisión de sacarle, según uno de los médicos, obedeció a que el niño corría más peligro dentro que fuera del sistema de esterilización si no se estabilizaba su estado.A pesar de que todos los médicos del equipo de Shearer trabajan noche y día para superar la situación, la probabilidad de que se cumpla la frase dicha por un médico del Baylor College, -"si todo va bien, David, en seis meses, podrá regresar a su casa y comenzar sus actividades"-, parece cada vez más lejana.