La entrega de la declaración agrícola, a pesar de su dureza, es un hito fundamental en las negociaciones de adhesión

La entrega hecha ayer a España por la CEE de la declaración sobre el capítulo agrícola es un "hito importante que convierte a la sesión ministerial de ayer en un momento decisivo de todo el. proceso de negociación", manifestó el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán. Coincidía en esto, a pesar de la dureza de la declaración, con la absoluta mayoría de los observadores y participantes. -Con la sesión de ayer se cumplía el quinto aniversario del comienzo de las negociaciones de adhesión. El camino ha sido largo y no es casualidad que el presidente del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CEE, el francés Claude Cheysson, dijera que "no fue sencillo ponerse de acuerdo" entre los diez.

Para el vicepresidente de la Comisión Europea, Lorenzo Natali, ayer se dio "un giro decisivo en la negociación, largamente espera1do". Y así es. España y la CEE han entrado de lleno en el corazón de la negociación al abrir oficialmente y con propuestas concretas por parte comunitaria este capítulo agrícola, hasta ahora bloqueado.

Francia dispone así de una declaración a la que agarrarse para presentar ante su opinión-pública la posibilidad de la ampliación de la CEE y de una reforma interna de la Comunidad que será penosa para todos los agricultores europeos, incluidos los franceses. Es en. este sentido en, el que la declaración queda ligada a la reforma de la PAC.

El capítulo será arduo de negociar. Después de todo se esperaba. que fuese en más difícil de toda la negociación de adhesión. Y por parte comunitaria, en caso de bloqueo francés, no se descarta la necesidad de acudir de nuevo a otra entrevista en la cumbre entre el presidente del Gobierno español, Felipe González, y el presidente francés, François Mitterrand.

Abierto, pues, el capítulo, Fernando Morán, en su declaración ante la conferencia negociadora, se esforzó por globalizar lo que queda de la negociación. Fundamentalmente, Morán pidió un equilibrio global entre los diversos capítulos, y más específicamente "una duración suficiente y un escalonamiento prudente del desarme arancelario" en el terreno industrial, rechazando un descreste arancelario previo a la adhesión. Así, Morán ligó la agricultura a la industria; esta globalización, sin embargo, no fue compartida por la presidencia francesa de la Comunidad Económica Europea.

Y en cuanto a la 19ª sesión de negociación hispano-comunitaría que ayer tuvo lugar en Bruselas, al cabo de una hora de discusiones Morán pidió una interrupción formal para consultar con el presidente del Gobierno y dejar constancia en el acta de la sesión de la protesta española por la dureza de la declaración comunitaria sobre la agricultura.

Cheysson recordó que los diez habían expresado en la cumbre europea de Atenas de diciembre la "intención común" de acabar las negociaciones con España y Portugal antes del 30 de septiembre de 1984, con vistas a que el ingreso pueda ser efectivo el 1 de enero de 1986. "Pero fue un acuerdo, no una decisión", precisó ayer.