La ley antiterrorista y la de educación hacen presagiar duros debates en el Parlamento

El clima de creciente enfrentamiento que registran las sesiones parlamentarias a medida que en ellas se debaten proyectos de mayor trascendencia para el futuro puede reproducirse esta semana, tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado, cuando se traten temas como el proyecto sobre medidas antiterroristas o la ley orgánica del Derecho a la Educación (LODE), respectivamente.

El actual período de sesiones registra hasta el momento dos características nuevas respecto del anterior: por un lado, un cierto endurecimiento en la labor de la oposición conservadora, que parece dispuesta a preparar mejor su técnica parlamentaria -a pesar de que el examen de muchas de las casi 4.200 enmiendas presentadas en el Senado a la LODE, por ejemplo, haya llevado a que no pocos observadores hablen de puras tácticas dilatorias y propagandísticas- Por otro lado, comienza a mostrarse una voluntad conciliadora por parte del Gobierno y del Grupo Socialista que le apoya; así ocurrió en la presentación de las leyes sobre la reforma de la función pública e incompatibilidades de los funcionarios, tema en el que el Ejecutivo ya anunció su deseo de consenso y en el que el Grupo Socialista promete admitir enmiendas parciales de la oposición.

Fraga y González

No tanta voluntad de consenso parece existir en torno a una de las leyes más polémicas dictadas por el Gabinete socialista, la LODE. El miércoles comienza la discusión del proyecto por la Comisión de Educación del Senado. El encuentro entre el presidente del Gobierno y Manuel Fraga el pasado mes de enero en busca de una solución amistosa sobre el tema no parece haber tenido trascendencia hasta ahora, por falta, según el Grupo Popular, de una mínima respuesta por parte del Gobierno; ésta parece ser la razón por la que el Grupo Popular se decidió a filtrar hace tres días la existencia y el contenido de aquella reunión en la Moncloa.La semana que hoy comienza mostrará, en todo caso, hasta dónde llega la voluntad de conciliación de ambas fuerzas políticas en torno a las cuestiones más trascendentes del Estado. Porque, a menos que se produzcan retrasos imprevistos en la sesión plenaria del Congreso que comienza mañana, se debatirán las enmiendas a la totalidad al proyecto de ley orgánica contra las actuaciones de bandas armadas y elementos terroristas, más conocida como de medidas antiterroristas.

Presumiblemente, el Grupo Popular debe prestar un apoyo crítico a estas medidas, que encontrarán, en cambio, una oposición cerrada en el Grupo Mixto -tanto Bandrés como los comunistas han presentado sendas enmiendas a la totalidad- y en la Minoría Vasca, que también ha enmendado a la totalidad. El hecho de que, de producirse ya esta semana, los debates de totalidad en torno a este proyecto coincidirían con el final de la campaña electoral en el País Vasco, condicionará no poco el tono y el contenido de los debates.

Los comunistas justifican su enmienda a la totalidad en el hecho de que el proyecto no garantiza suficientemente la protección contra los malos tratos al detenido ni la asistencia del juez competente, aparte de contener, según el PCE, algunas deficiencias técnicas de bulto, como mezclar preceptos penales y procesales y castigar a los cómplices igual que a los autores. También critican que "se desborden totalmente los límites del delito de apología del terrorismo".

En su justificación a la enmienda de totalidad, el diputado de Euskadiko Ezkerra Juan María Bandrés subraya la "inoportunidad" del texto, que "vulnera los principios de igualdad ante la ley y de seguridad jurídica, entre otros, protegidos por la Constitución

Marcos Vizcaya, diputado de la Minoría Vasca, justifica su petición de devolución del proyecto al Gobierno en que "es incompatible con un Estado social de derecho y con un régimen democrático".

En el Pleno del Congreso de los Diputados que comienza mañana se prevé que se trate el dictamen de la Comisión Constitucional sobre el proyecto que regula el procedimiento de hábeas corpus y que se produzca un nuevo debate sobre la programación y gerencia de TVE.