Guerra renueva el 'espíritu de Anoeta' en una llamada a los partidos vascos
El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, ratificó ayer en San Sebastián el llamamiento hecho por Felipe González en la campaña de 1982 -acuñado como el espíritu de Anoeta - instando a que las fuerzas políticas vascas alcancen un acuerdo tendente a resolver los graves problemas que tiene planteados el País Vasco.
En el mismo escenario en que Felipe González concentró a más de 10.000 personas, ayer sólo unas 4.000 siguieron la primera intervención electoral del vicepresidente del Gobierno. Además de Alfonso Guerra, otros dos miembros del Gobierno -los ministros de Educación y de Cultura, José María Maravall y Javier Solana, respectivamente- se desplazaron a Euskadi para hacer campaña en favor del candidato socialista, Txiki Benegas.Guerra aseguró, en el transcurso de una conferencia de prensa previa al mitin que protagonizara posteriormente en el velódromo de Anoeta, la firme voluntad del partido socialista de contribuir al acuerdo "urgente y necesario a partir del 26 de febrero". Tanto él como el secretario general del PSE-PSOE, Txiki Benegas, coincidieron en culpar al Partido Nacionalista Vasco y a "determinados *líderes políticos, que tienen bastante poco de políticos y menos de líderes", de que este acuerdo no se haya podido alcanzar. "Es la prepotencia del PNV", dijo Alfonso Guerra, "la que le impide abordar los problemas de Euskadi con objetividad de Estado. ¿Se imaginan ustedes que el PSEPSOE, después de haber ganado las elecciones autonómicas, declarara como himno de la comunidad autónoma La Internacional? Es esto lo que ha hecho precisamente el Partido Nacionalista Vasco". Cuando se le preguntó por el paralelismo que ha establecido Arzallus, en un mitin durante esta campaña, entre un grupo guerrillero salvadoreño y ETA, así como la inexistencia de una Contadora para Euskadi, Alfonso Guerra manifestó que esta afirmación "dice mucho, y mucho malo, de lo que piensa el presidente del PNV". "Es una barbaridad estúpida y peligrosa esta comparación porque aquí no hay un pueblo sometido a un Gobierno dictatorial que le impida exponer sus opiniones. En cuanto a las raíces políticas de los dos movimientos, en nada se parecen. Yo conozco los presupuestos ideológicos de Guillermo Ungo, y no sé si Arzallus tiene ese contacto con el capo de ETA y por eso establece esa comparación. En sus inicios, el movimiento violento de ETA tenía un carácter del que carece ahora. Decir que ETA tiene un carácter político es falsear la realidad".
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