El Gobierno italiano impone una reducción de tres puntos en la revisión salarial

Ante la imposibilidad de un acuerdo unitario de los tres grandes sindicatos -CGIL, CISL y UIL- frente a la propuesta del Gobierno de un nuevo "plan antiinflacionista", el Gabinete presidido por el socialista Bettino Craxi decidió de ayer reducir para este año tres puntos la famosa escala móvil, es decir, el mecanismo económico utilizado en Italia para revisar automáticamente los sueldos según el aumento de una cesta de productos fijada con antelación.El hecho es tan grave que no tiene precedentes en la historia de 12 años de unidad sindical, y de hecho, aunque aún no se ha firmado ante el notario el acta oficial de defunción, la jornada de ayer señaló dramáticamente el final de una experiencia gloriosa de unidad sindical. Todo empezó en la CGIL, el sindicato más numeroso, con cuatro millones y medio de afiliados y que está compuesta en más de dos tercios por comunistas la segunda fuerza más importante es la socialista, quien esta vez estuvo de acuerdo con CISL y UIL en aceptar el pacto para frenar la inflación y reducirla por debajo del 100% presentado por el Gobierno, contra los comunistas, que rechazaron dicho pacto desde el primer momento.

El debate interno de la CGIL y el de este sindicato con CISL y UIL, con quienes habían caminado del brazo desde hace 12 años, ha sido en los últimos días verdaderamente dramático. En la CGIL, entre comunistas y socialistas se llegó a una tal incomprensión que se propuso el voto secreto. Ganó la componente comunista, con 73 votos, contra 42 de los socialistas.

El Gobierno, que había impuesto un ultimátum, decidió recortar la escala móvil con un decreto-ley con efecto inmediato, aunque tendrá que ser ratificado por el Parlamento, y presentar el otro paquete de medidas para frenar la inflación, impulsar el desarrollo económico y disminuir el desempleo.

El Gobierno se hizo fuerte con el visto bueno recibido por CISL, UIL y la parte socialista de CGIL. Y con ellos, la patronal Confindustria, aunque el acuerdo fue producto de un debate muy intenso con fuertes diferencias internas. La patronal considera que el tijeretazo que el Gobierno ha dado a la escala móviles aún pequeño. Supone un no aumento de sueldo de unas 20.000 pesetas anuales brutas, mientras los empresarios querían que se disminuyera un 50% toda la escala móvil.

La reacción de la base comunista ha sido muy dura, y apenas conocida la noticia se han organizado huelgas y manifestaciones en diversas ciudades como Milán, Florencia, Bolonia, Nápoles y Roma. En algunas zonas del sur del país han sido ocupadas algunas estaciones de ferrocarril.