El Banco de Bilbao obtuvo en 1983 un beneficio bruto de 12.905 millones

El Banco de Bilbao obtuvo en 1983 un beneficio, antes de impuestos, de 12.905 millones de pesetas, lo que supone un incremento del 10,5% con relación al ejercicio anterior, según señala el presidente de la entidad, José Angel Sánchez Asiaín, en carta dirigida a los accionistas del banco de la que da cuenta Europa Press. Deducida la previsión para el impuesto de sociedades, el beneficio distribuible se eleva a 9.967 millones de pesetas, de los que 4.656 millones se destinan a reservas y el resto, 5.311 millones, a dividendo.

Para el presidente del Banco de Bilbao, las causas de este resultado final se deben a la moderación en el crecimiento de los costes operativos, la consolidación de los ingresos por servicios, que en 1983 registraron un aumento del 21,5%, y una política de crecimiento selectivo que permitió alcanzar un volumen de depósitos de 1.180.739 millones de pesetas, con un aumento del 15,3% para el banco y del 18,3% para el grupo.

La inversión del Banco de Bilbao, dentro de la estrategia de adaptación a la crisis económica, alcanzó en el ejercicio 1983 la cifra de 900.111 millones de pesetas, con un crecimiento relativo del 6,8%. El Banco de Bilbao destinó 28.809 millones de pesetas en 1983 al capítulo de saneamiento y amortizaciones, un 45,1 % más que en el ejercicio anterior.

Sánchez Asiaín afirma en su carta a los accionistas que "sin un gran pacto entre los agentes sociales va a ser muy difícil superar con éxito las dificultades de nuestra economía. La falta de control del gasto público significará la disminución de los recursos disponibles para el sector privado, con su secuela de encarecimiento del crédito".